Una violenta borrasca azotó España, especialmente en el sur y este de la península ibérica, dejando varias víctimas mortales en Valencia, al menos siete personas desaparecidas en Valencia y Albacete, y decenas de personas atrapadas en distintas localidades debido a las inundaciones. Las autoridades confirmaron el hallazgo de las víctimas mortales y desaparecidas, mientras que muchas personas seguían atrapadas por el agua en distintos puntos de la provincia de Valencia. Las lluvias torrenciales y tormentas eléctricas causaron cortes de tráfico terrestre y aéreo, así como destrozos en la región.
Las intensas lluvias registradas en el sur, centro y este de la península ibérica provocaron una situación excepcional, con alerta roja en Valencia. La lluvia acumulada fue la mayor en 24 horas desde 1966, lo que generó graves consecuencias en la zona. El Gobierno central constituyó un comité de crisis para evaluar los efectos de la borrasca en el litoral mediterráneo y Albacete, mientras el rey de España expresó su preocupación por la devastación causada.
Los cortes en el tráfico terrestre y servicios como el transporte ferroviario y aéreo fueron comunes, con interrupciones en la línea Madrid-Valencia y en el Corredor Mediterráneo. Los vuelos fueron desviados y cancelados en el aeropuerto de Valencia, y las pistas quedaron anegadas. Además, se suspendieron las clases en la capital y otros municipios de Valencia debido a la situación meteorológica. La Agencia Estatal de Meteorología advirtió sobre la persistencia de fuertes chubascos y tormentas en la mitad norte de España.
En la provincia de Albacete, la Guardia Civil continuaba la búsqueda de las seis personas desaparecidas en Letur, tras una intensa riada que afectó al pueblo. Se desplegaron drones con cámaras nocturnas para intentar localizar a las personas atrapadas. En Andalucía, el Centro de Coordinación de Emergencias 112 gestionó más de 600 incidencias, principalmente en Málaga, Granada y Almería, debido a las inundaciones en viviendas y garajes.
La situación de emergencia en varias regiones de España requirió de una importante labor de rescate y atención a las personas afectadas por las inundaciones. Las autoridades trabajaron para gestionar la situación y garantizar la seguridad de la población. A pesar de la gravedad de la tragedia, se desmintieron bulos en redes sociales y se aseguró el funcionamiento del teléfono de emergencias. Se espera que las condiciones meteorológicas mejoren en las próximas horas.