La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) propuso que la Cámara de Cuentas esté conformada por un solo miembro en lugar de cinco, con el objetivo de garantizar la gobernabilidad de este órgano fiscalizador del Estado. El vicepresidente ejecutivo de Finjus, Servio Tulio Castaños Guzmán, destacó que la Cámara de Cuentas ha dejado de ser un tribunal de cuentas, ya que sus funciones jurisdiccionales fueron transferidas a la Jurisdicción Contenciosa Administrativa. Castaños Guzmán sugirió que el órgano sea presidido por una sola persona, acompañada por un equipo técnico, para evitar los problemas de gobernabilidad que históricamente han afectado a esta institución.
La propuesta de Finjus surge de la preocupación por la ingobernabilidad y los conflictos que han caracterizado a la Cámara de Cuentas a lo largo de su historia, impidiendo el cumplimiento eficaz de sus funciones. El vicepresidente ejecutivo enfatizó que la estructura colegiada actual, con un presidente y varios miembros, ha generado discordias internas y situaciones conflictivas, incluso con denuncias de abusos laborales y solicitudes de información indebidas a funcionarios. En este sentido, se considera necesario reformar la composición de la Cámara de Cuentas para garantizar su eficiencia y evitar controversias que obstaculicen su labor.
La Cámara de Cuentas ha sido objeto de críticas y repudio por parte de la sociedad, especialmente de legisladores que denuncian un hostigamiento y excesos en las solicitudes de información que realiza a funcionarios, llegando a invadir la privacidad y generar malestar. Se han señalado requisitos inadecuados para las declaraciones juradas de patrimonio, como los pasaportes de familiares, información escolar de hijos y estados de cuenta de tarjetas de crédito de cónyuges. Incluso el presidente de la institución se ha visto involucrado en conflictos internos y denuncias, lo que ha contribuido a la imagen negativa de la Cámara de Cuentas.
La intervención de la Cámara de Cuentas ha suscitado la desaprobación de diversos sectores, incluidos legisladores como el senador Alexis Victoria Yeb y el diputado Robinson Díaz, quienes han expresado su descontento con las acciones y requerimientos de la institución. Se ha criticado el exceso de información solicitada, considerada como una intromisión en la vida privada de los funcionarios públicos. Esta situación ha generado tensiones y conflictos que han puesto en tela de juicio la transparencia y eficacia de la Cámara de Cuentas en su labor de fiscalización y control de los recursos públicos.
Ante este panorama, la Fundación Institucionalidad y Justicia insta al Poder Ejecutivo a aprovechar la oportunidad de la reforma constitucional para reestructurar la Cámara de Cuentas de la República, proponiendo su funcionamiento con un único miembro en lugar de una estructura colegiada. Se busca así superar los problemas de gobernabilidad y conflictividad que han caracterizado a esta institución, con el objetivo de fortalecer su rol de control fiscal y garantizar la transparencia en la gestión pública. La propuesta de Finjus plantea reformas estructurales que buscan mejorar el funcionamiento y la eficiencia de la Cámara de Cuentas, contribuyendo a la consolidación de la institucionalidad y el fortalecimiento del sistema de control y rendición de cuentas en la República Dominicana.