La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el Ministerio de Interior y Policía expresaron sus condolencias por la muerte de Franklin Almeyda Rancier, dirigente político que ocupó las direcciones de ambas entidades. Almeyda Rancier fue profesor y rector de la UASD en el periodo 1987-1990, donde se graduó como licenciado en Derecho. En el Ministerio de Interior y Policía ocupó el cargo desde 2004 hasta 2011, durante los dos últimos mandatos de Leonel Fernández.

La trayectoria política de Almeyda Rancier se inició en 1961 en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pasando luego al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde fue miembro fundador. En el PLD ocupó diversos cargos, como secretario de Prensa y Propaganda, secretario de Asuntos Profesionales y comisionado para la Reforma de la Justicia, entre otros. También fue candidato a senador en 1998. Durante los gobiernos de Fernández, Almeyda Rancier fue secretario de Estado de Interior y Policía.

Tras la salida de Leonel Fernández del PLD en 2019, Almeyda Rancier se unió a su partida y en las elecciones de 2020 fungió como delegado de la Fuerza del Pueblo ante la Junta Central Electoral (JCE). Su participación en la vida política del país fue notable, siendo un político, abogado y catedrático reconocido. Su fallecimiento ha sido lamentado por figuras públicas y destacadas instituciones, que reconocen su legado y su contribución al desarrollo político y social de la República Dominicana.

El impacto de la partida de Franklin Almeyda Rancier se ha sentido en diferentes sectores de la sociedad dominicana, quienes reconocen su trayectoria y su compromiso con el país. Su labor educativa en la UASD y su gestión en el Ministerio de Interior y Policía dejaron una huella en la historia política del país. Su participación en el PLD y su posterior colaboración con Leonel Fernández reflejan su dedicación a la política y su compromiso con su ideales y principios.

La figura de Franklin Almeyda Rancier seguirá siendo recordada por su dedicación a la causa política y su contribución al debate democrático en la República Dominicana. Su legado como académico y político perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y trabajaron con él. Su ausencia deja un vacío en la escena política del país, pero su ejemplo inspirará a las nuevas generaciones a seguir luchando por un país más justo y democrático. Su partida deja un legado de integridad y compromiso con la democracia, valores que seguirán vigentes en la sociedad dominicana.

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