Rebecca Cheptegei, atleta ugandesa de 33 años que participó en el maratón de los Juegos Olímpicos de París, falleció en un hospital de Kenia luego de sufrir un ataque por parte de su novio, quien presuntamente la roció con gasolina y le prendió fuego. El director del Hospital Universitario Moi de Eldoret confirmó su fallecimiento debido a un fallo orgánico. La Federación de Atletismo de Uganda también lamentó su muerte y condenó la violencia doméstica, pidiendo justicia. El presunto agresor, Dickson Ndiema Marangach, sufrió quemaduras graves y se encuentra hospitalizado.
El incidente tuvo lugar en el condado keniano de Trans Nzoia, donde Cheptegei fue trasladada de urgencia al hospital con quemaduras en el 80% de su cuerpo. El agresor entró en su casa con gasolina mientras ella estaba en la iglesia con sus hijos y al regresar, le prendió fuego. Los padres de la atleta, Joseph Cheptegei y Agnes Ndiema, expresaron su dolor y angustia por la pérdida de su hija, quien les brindaba apoyo económico. Cheptegei había comprado una propiedad en Kenia y construido una casa para sus entrenamientos.
El padre de Cheptegei instó a las autoridades a acelerar las investigaciones y asegurar la detención del agresor para obtener justicia. El Gobierno de Kenia anunció planes para trasladar a la atleta a Nairobi para recibir tratamiento médico especializado debido a su estado crítico. Cheptegei había participado en carreras desde 2010 y en los Juegos Olímpicos de París, donde ocupó la cuadragésimo cuarta posición en la prueba femenina de maratón. Sus padres temen por el futuro de sus hijos y la estabilidad económica de la familia tras su trágica muerte.
La noticia del fallecimiento de Cheptegei conmocionó a la comunidad deportiva y a la sociedad en general, generando un fuerte rechazo hacia la violencia de género y la violencia doméstica. La atleta es recordada como una mujer talentosa y dedicada a su carrera, que perdió la vida de manera trágica debido a un acto de violencia incomprensible. La Federación de Atletismo de Uganda ha pedido que se haga justicia y se tomen medidas para prevenir futuros casos de esta naturaleza, destacando la importancia de erradicar la violencia contra las mujeres.
El caso de Rebecca Cheptegei pone de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres frente a la violencia de género y la necesidad de crear conciencia sobre este grave problema en la sociedad. La pérdida de una talentosa atleta como Cheptegei deja un vacío en la comunidad deportiva y es un recordatorio de los peligros que enfrentan las mujeres en relaciones abusivas. Su trágico final ha llevado a un llamado a la acción para proteger a las mujeres y garantizar que los responsables de actos de violencia sean llevados ante la justicia.