Un ex cabo de la Policía Nacional fue condenado a 15 años de prisión por asesinar a un hombre de 11 disparos en el municipio de Nigua, San Cristóbal. El agresor, identificado como Rubelin Cuevas, previamente había amenazado a la víctima, Miguelo Florentino, antes de acercarse a él en su motocicleta mientras abandonaba un centro de diversión en compañía de su pareja y otra persona. Cuevas sacó un arma de fuego ilegal y disparó a Florentino, impactándolo en 11 ocasiones y provocándole heridas graves en diversas partes del cuerpo.

Tras disparar a Florentino, Cuevas lo despojó de una pistola y amenazó a las personas presentes para evitar que socorrieran al herido, incluida la pareja de la víctima, Yajaira Hernández Núñez. Después del ataque, Cuevas se trasladó al destacamento de la Policía Nacional en Nigua, mientras Florentino fue llevado al hospital donde finalmente falleció a causa de las heridas. Al llegar al destacamento, Cuevas entregó las armas y afirmó haber sido víctima de un robo, justificando así el tiroteo.

El tribunal colegiado condenó a Cuevas a cumplir su condena en la cárcel del Centro de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, dictaminando que incumplió con los artículos 295 y 304 del Código Penal Dominicano, relacionados con el asesinato, y los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 sobre control de armas y materiales relacionados. Los jueces Biúlkis Milanés, Ana Inés y Rosa Mateo fueron los encargados de imponer la sentencia, mientras que el Ministerio Público, representado por los fiscales Ángel Félix Recio y Daryl Montes de Oca, demostraron la responsabilidad penal de Cuevas ante el tribunal.

Este caso se suma a otros en los que miembros de las fuerzas de seguridad han sido condenados por abusos de poder y violencia injustificada. La condena del ex cabo policial por el asesinato de Florentino refleja la importancia de garantizar que quienes cometen crímenes sean llevados ante la justicia y reciban castigos proporcionales a sus acciones. La sociedad dominicana ha estado atenta a este caso, exigiendo justicia para la víctima y apoyando el trabajo del Ministerio Público para garantizar que los responsables de estos crímenes sean juzgados y condenados de acuerdo a la ley.

La violencia armada y los abusos de poder por parte de las autoridades son un problema persistente en la sociedad dominicana, que debe abordarse de manera urgente y eficaz. La condena de Cuevas por el asesinato de Florentino envía un mensaje claro de que estos actos no serán tolerados y que quienes violen la ley enfrentarán las consecuencias de sus acciones. Es fundamental que las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley actúen con transparencia y justicia en casos como este, para garantizar la seguridad y el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos. La lucha contra la impunidad y la corrupción es un desafío constante en la sociedad dominicana, y casos como este resaltan la importancia de fortalecer el sistema judicial y de aplicación de la ley para garantizar un país más justo y seguro para todos.

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