En Lancaster, Pensilvania, la comunidad evangélica ha decidido mayoritariamente apoyar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. Aunque los pastores no mencionan directamente a ningún candidato, los feligreses entienden que cuando se habla de la importancia de votar, en realidad se está instando a votar por Trump. En este condado crucial para las elecciones, donde una de cada dos personas se define como cristiano protestante, las iglesias desempeñan un papel central en la vida de los habitantes y sus orientaciones políticas pueden influir en sus votos.
La mayoría de la comunidad evangélica en Pensilvania respalda a Donald Trump por su oposición al aborto y su postura en contra de los cambios de sexo en jóvenes. En paralelo a este apoyo, en Pensilvania y en todo EE.UU., ha surgido un movimiento de cristianismo nacionalista y la corriente de la Nueva Reforma Apostólica, que aboga por una guerra espiritual para lograr el dominio cristiano en todos los aspectos de la sociedad, desdibujando la separación entre Iglesia y Estado. Algunos pastores, como Josh Tarnowski de la iglesia Threshold Church en Lancaster, se involucran abiertamente en política en sus sermones, haciendo referencias indirectas a los temas políticos que preocupan a los republicanos.
A pesar del apoyo mayoritario de las comunidades evangélicas a Trump en Pensilvania, las iglesias negras, especialmente en Filadelfia y Pittsburgh, representan un nicho de votantes para Kamala Harris. Estas iglesias, lideradas por reverendos afroamericanos y con un pasado de lucha contra la injusticia social, se han comprometido con la campaña demócrata y participan en iniciativas para recordar a los votantes que apoyar a Trump significaría un retroceso en sus derechos. El reverendo Gregory Edwards, de POWER Interfaith, apoya a Harris incluso en temas controvertidos como el aborto, haciendo hincapié en la importancia de que las mujeres puedan tomar sus propias decisiones.
A pesar de la polarización política en las iglesias de Pensilvania, desde la Iglesia Congregacional Evangélica de Lancaster llaman a la moderación y a la convivencia pacífica una vez pasadas las elecciones. Consideran que los pastores deben mantener la ecuanimidad y que los feligreses, independientemente de su afiliación política, deben seguir conviviendo en paz. Aunque las iglesias evangélicas tienen un papel relevante en la vida de los habitantes de Lancaster, se observa una diversidad de opiniones y posturas políticas que reflejan la complejidad del panorama electoral en esta región de Pensilvania.