Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un total de 86.000 haitianos han sido "devueltos a la fuerza" a su país desde naciones vecinas en lo que va de año. Estos retornos forzosos no especifican los países de origen de los haitianos y se han dado en medio de una crisis de inseguridad en Haití. Recientemente se confirmó la muerte de 40 haitianos en un incendio ocurrido en la embarcación en la que viajaban desde el norte de Haití hacia las islas Turcas y Caicos.
A pesar de las críticas de la OIM y la ONU en general respecto a los retornos forzosos de emigrantes a Haití, el año pasado se deportaron 216.000 haitianos desde países vecinos, según datos del informe de la OIM en 2023. La organización destaca que los deportados enfrentan dificultades para reintegrarse a sus comunidades debido a la inseguridad reinante, lo que los lleva a intentar múltiples veces un nuevo proyecto de migración irregular en busca de una vida mejor.
Para la mayoría de los haitianos, la migración regular es extremadamente difícil de contemplar, por lo que muchos ven los viajes clandestinos como su única alternativa viable. La OIM resalta que esta opción es particularmente peligrosa para la vida en la mayoría de los casos. Desde febrero, se ha observado un aumento en el número de intentos y salidas en barco por parte de los guardacostas haitianos en el norte, así como un incremento en embarcaciones procedentes de Haití reportado por guardacostas de otros países de la región como Estados Unidos, Bahamas, las Islas Turcas y Caicos y Jamaica.
El mes pasado, autoridades migratorias de EE.UU. informaron sobre la llegada de al menos 118 migrantes haitianos en un carguero de vela a Cayo Hueso, un islote de los Cayos de Florida en el extremo sur estadounidense. La situación de migración irregular desde Haití hacia otros países se ha vuelto cada vez más frecuente, lo que ha generado preocupación por la seguridad y bienestar de los migrantes. La OIM y la ONU continúan instando a la comunidad internacional a abordar las causas subyacentes de la migración irregular y a buscar soluciones sostenibles para garantizar un futuro más seguro y estable para los haitianos y otros migrantes.
