Estados Unidos ha expresado su deseo de que el proceso de diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela sea realizado de manera "buena fe", y ha reiterado su petición de que las elecciones presidenciales del 28 de julio en el país sean competitivas e inclusivas. La Administración de Joe Biden está comprometida a apoyar la voluntad del pueblo venezolano y a encontrar un camino hacia la gobernanza democrática a través de elecciones justas. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca señaló que el cambio democrático no será fácil y requerirá un compromiso serio.

En una rueda de prensa posterior, un portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos destacó que el Acuerdo de Barbados del año pasado entre el chavismo y la oposición es el mejor camino para restaurar la democracia en Venezuela. El Gobierno de Biden se pronunció luego de que Maduro anunciara que reanudaría el diálogo con las autoridades estadounidenses. Maduro indicó que esta nueva ronda de negociación tiene como objetivo que Estados Unidos cumpla con los acuerdos firmados en Catar y para restablecer los términos del diálogo con respeto y sin manipulaciones.

El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, será el representante de Venezuela en este proceso de diálogo. Las conversaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido intermitentes y con altibajos desde marzo de 2022, cuando una delegación de la Casa Blanca se reunió con Maduro en Caracas. Como resultado de ese diálogo, Estados Unidos levantó parcialmente las sanciones a Venezuela en octubre pasado, pero el Gobierno de Biden las revirtió seis meses después debido a la inhabilitación electoral de la líder opositora María Corina Machado.

Gracias a las negociaciones, Venezuela logró la liberación del empresario colombiano Alex Saab, señalado como testaferro de Maduro, quien estaba preso en Miami. Esta liberación se llevó a cabo como parte de un intercambio de prisioneros entre los dos países. Las conversaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido fundamentales en la búsqueda de una solución dialogada a la crisis política y humanitaria que atraviesa el país sudamericano. Ambas partes buscarán encontrar acuerdos que favorezcan la estabilidad y el bienestar del pueblo venezolano.

El proceso de diálogo entre Estados Unidos y Venezuela es un paso importante en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para la situación en Venezuela. La reanudación de las conversaciones demuestra la voluntad de ambas partes de encontrar puntos de encuentro y de trabajar en conjunto por el bienestar de la población venezolana. Es necesario que las elecciones presidenciales del 28 de julio sean competitivas e inclusivas para garantizar la legitimidad del proceso y el respeto a la voluntad del pueblo venezolano. La comunidad internacional estará atenta a los avances en este diálogo y espera que se logren acuerdos que conduzcan a una salida pacífica y democrática de la crisis en Venezuela.

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