El gobierno de España ha negado cualquier implicación en una operación de desestabilización en Venezuela, rechazando las acusaciones del ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, de que los dos españoles detenidos en el país caribeño tenían vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y estaban involucrados en una operación liderada por Estados Unidos para realizar actos "terroristas" en Venezuela, incluido el asesinato del presidente Nicolás Maduro. El Gobierno español ha precisado que los detenidos no pertenecen al CNI ni a ningún otro organismo estatal, y defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela, en medio de una escalada de tensión en la crisis diplomática abierta entre ambos países.

El Ejecutivo del presidente Pedro Sánchez ha reaccionado a las acusaciones del Gobierno de Maduro, que anunció la detención de dos ciudadanos españoles, tres estadounidenses y un checo por su supuesta participación en una operación contra el régimen chavista. Los dos españoles, identificados como Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, fueron capturados en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas en Venezuela, donde habían confesado su participación activa en el supuesto operativo desestabilizador. La Embajada española en Venezuela ha solicitado acceso a los detenidos para verificar su identidad y nacionalidad, y brindarles la asistencia necesaria en caso de ser ciudadanos españoles.

Familiares de los detenidos, ambos de Bilbao, habían denunciado su desaparición y la policía regional vasca descubrió que habían sido detenidos en Venezuela. El padre de uno de los detenidos ha negado su vinculación con el CNI y ha explicado que perdieron contacto con los jóvenes a principios de mes, lo que llevó a publicar alertas en redes sociales para solicitar ayuda. Las detenciones se produjeron en medio de las tensiones diplomáticas entre Venezuela y España, luego de que el Gobierno venezolano llamara a consultas a sus embajadores en ambos países y acusara a España de injerencia en sus asuntos internos.

El gobierno venezolano afirmó que tras el supuesto operativo para atentar contra Maduro se encontraba la líder opositora María Corina Machado, principal apoyo del candidato opositor Edmundo González Urrutia. El Congreso español instó al Gobierno a reconocer a Urrutia como ganador de las elecciones en Venezuela, lo que provocó tensiones adicionales entre ambos países. Las acusaciones de participación en actos terroristas y desestabilizadores han llevado a un aumento de la tensión diplomática y a la llamada a consultas de los embajadores en Madrid y Caracas. España ha reiterado su compromiso con una solución democrática y pacífica para la situación en Venezuela.

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