En las aguas del río Ozama, se levanta un grito silencioso entre las lilas que cubren su superficie, señalando el problema de contaminación que afecta a este importante río. Antes símbolo de vida y esperanza, ahora refleja la herida profunda de la contaminación, causada por acciones que han dañado su caudal. La contaminación afecta a familias que dependen de sus aguas, a los niños que juegan en sus orillas y a los ecosistemas que alguna vez florecieron en sus márgenes. Expertos del medio ambiente señalan que el verdadero problema no son las lilas invasivas, sino la polución, sugiriendo que el saneamiento de ríos como el Ozama y La Isabela debe ser parte de las políticas gubernamentales.

Profesionales del medio ambiente aseguran que la solución al daño causado por décadas de contaminación está en la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y la recuperación de los bosques en las riberas del río. Consideran que las cañadas sin tratar, con altas cargas de contaminantes orgánicos e inorgánicos, favorecen el crecimiento de las lilas y urgen a las autoridades a tomar medidas integrales para abordar la crisis de contaminación en el río Ozama. Biólogos como Luis Carvajal y Nelson Bautista hacen un llamado a las autoridades para atender de manera definitiva esta problemática.

Carvajal y Bautista coinciden en que la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales y la contaminación por desechos urbanos e industriales son las causas principales de la contaminación en el río Ozama. Señalan que las lilas son un indicador de un ecosistema gravemente deteriorado por desechos orgánicos y químicos, siendo la respuesta natural a la contaminación. Consideran que recoger las lilas no es suficiente, sino que se deben abordar las causas de fondo, construyendo plantas de tratamiento y frenando las actividades contaminantes en las márgenes del río.

Los expertos enfatizan la importancia de construir plantas de tratamiento de aguas residuales y de abordar las causas de la contaminación en lugar de simplemente recoger las lilas. A pesar de que las lilas pueden ayudar en el proceso de descontaminación, son el resultado de problemas ambientales más complejos que deben ser abordados de manera integral. Ambos señalan la falta de inversión de los políticos en este tipo de problemáticas, que no tienen impacto inmediato a la vista de los ciudadanos, como una de las razones por las que no se han tomado medidas más efectivas para solucionar la crisis de contaminación en el río Ozama.

La problemática de las lilas en el río Ozama no es nueva, siendo un tema de preocupación desde hace varios años para los especialistas del medio ambiente y los ciudadanos. Informes realizados en el pasado han señalado la falta de sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales como causas principales de la contaminación en los ríos de la provincia de Santo Domingo. A pesar de medidas implementadas en el pasado, como la construcción de una planta de tratamiento en La Zurza en el 2016, la situación ambiental sigue empeorando debido a la falta de planificación urbana y de tratamiento de aguas residuales en la zona. Es necesario que las autoridades tomen acciones urgentes para abordar este problema de contaminación en el río Ozama y en otros cuerpos de agua de la región.

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