En el Estado de México, cerca de la Ciudad de México, autoridades rescataron a 208 migrantes de distintas nacionalidades de América Latina y Asia, incluyendo a 10 menores, 28 mujeres y 170 hombres. Los migrantes provenían de países como República Dominicana, Afganistán, Cuba, Ecuador, Egipto, Guatemala, Honduras, India, Irán, Nepal, Palestina, Siria y Venezuela. El rescate se llevó a cabo gracias a una denuncia ciudadana recibida por la policía municipal de Chicoloapan durante la madrugada del miércoles.
Las personas rescatadas se encontraban en espera de traficantes, conocidos como 'polleros', para continuar su trayecto hacia la frontera de México con Estados Unidos. Algunos de los migrantes estaban huyendo del conflicto en Israel y Palestina. Una vez rescatados, fueron llevados a autoridades migratorias para iniciar su proceso legal, recibir atención y ayuda humanitaria. Los menores fueron puestos bajo la custodia del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Chicoloapan.
Este rescate se produce en medio de una crisis migratoria récord en Norteamérica, con un aumento del 77,2% en la migración irregular en México en comparación con el año anterior. Esta semana, los gobiernos mexicano y estadounidense acordaron implementar medidas para reducir drásticamente los cruces irregulares en la frontera común. Viajar hacinados en furgonetas, tráileres y autobuses es una de las formas más peligrosas en las que los migrantes intentan cruzar clandestinamente México rumbo a Estados Unidos, enfrentándose a delitos como robo y secuestro y pagando miles de dólares a los traficantes.
La situación de los migrantes rescatados refleja la complejidad y peligrosidad de los trayectos migratorios en la región. Muchos huyen de situaciones de conflicto, pobreza y violencia en sus países de origen en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos. Sin embargo, se enfrentan a peligros y vulnerabilidades durante su travesía por territorio mexicano, donde son presa de traficantes y delincuentes que buscan explotar su situación desesperada.
La cooperación entre México y Estados Unidos para abordar la migración irregular es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes que atraviesan la región. Es necesario implementar medidas que protejan los derechos humanos de los migrantes y combatan eficazmente el tráfico de personas. Además, se deben abordar las causas estructurales de la migración, como la pobreza y la inestabilidad política, para ofrecer soluciones a largo plazo que aborden las necesidades de las personas en sus países de origen y eviten la peligrosa travesía por territorio mexicano.
El rescate de los 208 migrantes en el Estado de México destaca la importancia de la colaboración entre las autoridades y la sociedad civil para identificar y proteger a las personas en situación de vulnerabilidad. Es fundamental brindar atención humanitaria a los migrantes, especialmente a los menores, y garantizar que puedan acceder a un proceso legal justo y seguro. La solidaridad y la cooperación internacional son clave para abordar los desafíos humanitarios y de seguridad planteados por la migración en la región.
