Según las estadísticas presentadas por la organización "Archivo de Violencia Armada", con sede en Washington DC, durante los primeros 150 días del presente año en Estados Unidos se han registrado un total de 6,765 fallecidos y 12,533 heridos a causa de disparos de armas de fuego. Estos números representan un promedio diario de 45.1 muertes y 84 heridos, incluyendo una gran cantidad de dominicanos entre las víctimas.
Dentro de las cifras de fallecidos y heridos, se encuentran un total de 90 menores de entre 0 y 11 años, con 220 heridos en esta franja de edad. Además, se han registrado 476 fallecidos y 1,060 heridos en el rango de edad de 12 a 17 años, algunos de ellos en estado crítico. Estas cifras alarmantes reflejan la grave situación de violencia armada que se vive en el territorio estadounidense.
Además, se reporta también la trágica cifra de 31 agentes policiales fallecidos y 153 heridos a causa de disparos de armas de fuego en todo el país. La organización GVA, una entidad sin fines de lucro, se encarga de documentar todos los incidentes relacionados con la violencia armada en Estados Unidos, proporcionando datos actualizados y detallados.
Es importante destacar que según un estudio realizado por Small Arms Survey (SAS) con sede en Suiza, Estados Unidos es el único país en el mundo donde la cantidad de armas civiles supera la cantidad de habitantes en la población. Esta situación refleja un problema grave en términos de seguridad y violencia armada en el país, que requiere de acciones urgentes por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto para abordar y prevenir estas tragedias.
Las cifras presentadas por el "Archivo de Violencia Armada" dan cuenta de una realidad alarmante en cuanto a la violencia armada en Estados Unidos, con miles de personas fallecidas y heridas por disparos de armas de fuego en lo que va del año. Esta situación afecta tanto a civiles como a agentes de policía, evidenciando la urgencia de abordar y combatir este problema de manera efectiva y coordinada entre las autoridades y la sociedad en general.
Es fundamental tomar conciencia sobre la gravedad de la situación y trabajar en conjunto para implementar medidas que contribuyan a prevenir la violencia armada y proteger a la población, especialmente a los grupos más vulnerables como los menores de edad. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado será posible reducir la incidencia de incidentes relacionados con armas de fuego y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos en Estados Unidos.
