El Partido Liberal (PL) de Jair Bolsonaro fue el más votado en la primera vuelta de las elecciones para alcalde en Brasil, con 15,7 millones de votos, casi el doble que el Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva. El PL experimentó un aumento del 236% en el número de votantes que depositaron su confianza en este partido para dirigir alguna de las 5,569 ciudades que celebraron comicios municipales. Por otro lado, el PT también creció en número de sufragios, pero en menor medida, un 28%.
Además del PL y el PT, otras cuatro formaciones de centro-derecha superaron en sufragios al partido de Lula en estas elecciones municipales. Estos partidos son el Partido Social Democrático (PSD), Movimiento Democrático Brasileño (MDB), União Brasil y Progresistas (PP). Este grupo de partidos controla actualmente el Parlamento brasileño y maneja importantes partidas presupuestarias destinadas a sus feudos electorales, en operaciones poco transparentes que están siendo investigadas por la Corte Suprema.
Durante la campaña electoral, Lula mantuvo un perfil bajo y solo se involucró directamente en São Paulo y Río de Janeiro, los dos mayores colegios electorales del país. En São Paulo, el socialista Guilherme Boulos, respaldado por Lula, se enfrentará en la segunda vuelta al actual alcalde, Ricardo Nunes, quien es candidato de Bolsonaro. En Río de Janeiro, el regidor Eduardo Paes, aliado de Lula, se reeligió con un 60,5% de los votos.
A pesar de sus problemas judiciales y la falta de atención mediática, Bolsonaro estuvo algo más activo durante la campaña electoral. Agradeció a todos aquellos que confiaron en su partido, mencionando que ganaron en dos capitales regionales y disputarán la segunda vuelta en otras nueve. Sin embargo, la irrupción de otros candidatos ultras y la falta de cobertura de los grandes medios de comunicación le restaron protagonismo durante las elecciones municipales en Brasil.
En resumen, las elecciones municipales en Brasil demostraron un aumento significativo en el apoyo al Partido Liberal de Jair Bolsonaro, mientras que el Partido de los Trabajadores de Lula también experimentó un crecimiento en sufragios, aunque en menor medida. El panorama político en Brasil se mantiene dividido entre partidos de centro-derecha y la izquierda representada por Lula, con importantes disputas en las principales ciudades del país en la segunda vuelta.
