En la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas en Francia el 7 de julio, el partido de extrema derecha podría llegar al poder. La profesora Hélène Combes y la escritora Laurence Debray explican el auge de este partido. Combes señala que aunque existe un voto duro de la ultraderecha francesa que es racista, extremista y homofóbico, el electorado del RN es principalmente una protesta contra las élites de París. Por su parte, Debray destaca la división del país entre París y una élite y el resto del país que se siente marginado y no escuchado por sus líderes políticos.

El voto por la extrema derecha se ha visto alimentado por los cambios en la sociedad francesa en las últimas décadas, como la desindustrialización masiva y la desaparición de servicios públicos en zonas rurales. Combes menciona la falta de trenes, hospitales y colegios, así como la escasez de empleo, como factores que han llevado a un gran apoyo a la extrema derecha en estas áreas. Debray también destaca la sensación de los franceses de que sus hijos vivirán peor que ellos, lo que ha contribuido al descontento y a la búsqueda de alternativas políticas.

La escritora Laurence Debray reconoce que Francia ha creído durante mucho tiempo ser una excepción al populismo, pero la ola de populismo que se ha visto en otros países también ha llegado a Francia. Señala que tanto la extrema derecha como la extrema izquierda están ganando terreno en el país, y que la situación es delicada. Aunque Francia es conocida como la hija de la Revolución Francesa y se consideraba políticamente madura, Debray destaca que el populismo también ha afectado a otros países como Venezuela con Chávez, y que Francia no ha sido la excepción a esta tendencia política.

La situación política en Francia se ha visto marcada por un descontento social y económico, que se refleja en el aumento del apoyo a la extrema derecha. Tanto Hélène Combes como Laurence Debray señalan que la falta de respuesta por parte de las élites políticas y financieras, así como la sensación de no ser escuchados ni considerados, han contribuido a esta situación. La división entre París y el resto del país, así como la percepción de que los líderes políticos no comprenden sus necesidades y preocupaciones, han llevado a un crecimiento del populismo en Francia.

En este contexto, las elecciones legislativas anticipadas en Francia el 7 de julio podrían dar lugar a un cambio significativo en el poder político del país, con la posibilidad de que la extrema derecha llegue al poder. Tanto Combes como Debray advierten sobre los peligros de esta situación y la importancia de abordar las causas subyacentes del descontento social, la desigualdad y la falta de representación política para evitar un mayor crecimiento del populismo en Francia y en Europa en general.

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