Este jueves 6 de junio comienzan las elecciones europeas en los Países Bajos, que se celebrarán en los 27 países de la Unión Europea hasta el domingo 9 de junio. La emoción en Bruselas y otras capitales europeas es palpable, ya que se espera una remodelación del Parlamento Europeo con un debilitamiento de los partidos proeuropeos tradicionales a favor de los euroescépticos, la derecha soberanista y la extrema derecha. Los sondeos predicen cambios significativos en la composición del hemiciclo europeo.
A un día de la apertura de los colegios electorales en los Países Bajos, en Bruselas se multiplican los escenarios políticos. Los partidos tradicionales temen perder su dominio histórico, ya que hasta 2014 dos partidos ostentaban una mayoría aplastante: los socialistas, ahora conocidos como S&D, y los conservadores de centro-derecha, el PPE. Sin embargo, los sondeos actuales no les son favorables y han tenido que formar coaliciones con otros partidos para mantenerse en la mayoría, lo que ahora se ve amenazado.
Existen dos factores que podrían socavar esta coalición actual: la pérdida de veinte diputados por parte de los ecologistas y los centristas. A pesar de sus éxitos anteriores, factores como la respuesta a la pandemia, la recuperación económica y la unidad sobre Ucrania y el pacto verde han perdido fuerza en el último año. Esto ha provocado una división en Europa en torno a cuestiones como Oriente Próximo, lo que podría afectar a la composición del Parlamento Europeo.
¿Es posible una nueva mayoría en el Parlamento Europeo? A pesar de las dificultades inherentes, los partidos euroescépticos podrían llegar a un acuerdo sobre Europa. Algunos escenarios incluyen a la derecha tradicional, el PPE, que busca mantener la mayoría actual, mientras que otros apuntan a alianzas con partidos más derechistas para excluir a la izquierda. También se plantea la posibilidad de una coalición de todas las familias de derechas, liderada por figuras como Giorgia Meloni de Italia y Viktor Orban de Hungría.
En vísperas de las elecciones, Bruselas observa con atención todos los escenarios políticos posibles, desde coaliciones de derechas tradicionales hasta alianzas más extremas que podrían cambiar el panorama político en el Parlamento Europeo. El resultado de estas elecciones podría tener un impacto significativo en las relaciones con Latinoamérica y en la política europea en general. La incertidumbre y la emoción rodean a estas elecciones europeas que podrían marcar un punto de inflexión en la historia de la Unión Europea.