La posición de la Iglesia Católica ante diversas violaciones de la dignidad humana es destacada en un documento publicado por el Vaticano. La Iglesia se opone a prácticas como la maternidad subrogada, la teoría de género, el cambio de sexo y las nuevas violencias digitales. Estas posturas se presentan en el contexto del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El documento, titulado 'Dignitas Infinita', fue elaborado durante cinco años y busca aclarar malentendidos sobre la dignidad humana.

En cuanto a la maternidad subrogada, el documento califica esta práctica como "deplorable", ya que convierte al niño en un objeto y explota la situación de necesidad material de la madre. La Iglesia considera que un hijo siempre es un regalo y nunca debe ser objeto de un contrato. Además, se hace un llamamiento para que la comunidad internacional prohíba universalmente esta práctica. Se reitera que todas las personas deben ser respetadas en su dignidad, independientemente de su orientación sexual.

Por otro lado, se critica la teoría de género por considerarla peligrosa al tratar de igualar a todos y negar las diferencias sexuales. También se condena los cambios de sexo, argumentando que atentan contra la dignidad de la persona, ya que es en el cuerpo donde cada persona se reconoce generada por los demás. Se menciona la violencia digital como un medio para difamar y dañar la reputación de las personas.

El documento aborda también la violencia contra las mujeres, como la coacción al aborto, la poligamia, los feminicidios y la necesidad de promover una legislación y cultura que rechace toda forma de violencia. Se destaca la condena del aborto y se critica la eutanasia, el suicidio asistido y la terminología ambigua utilizada para describir estas prácticas. Además, se menciona la desigual distribución de la riqueza, la guerra, los abusos sexuales y la importancia de defender la dignidad de los migrantes.

En resumen, el documento del Vaticano destaca la postura de la Iglesia Católica frente a diversas violaciones de la dignidad humana, como la maternidad subrogada, la teoría de género, los cambios de sexo y las violencias digitales. Se reitera la importancia de respetar la dignidad de todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Se condena la violencia contra las mujeres, el aborto, la eutanasia, los abusos sexuales, la desigual distribución de la riqueza, la guerra y otras violaciones de la dignidad humana. El documento busca aclarar malentendidos y promover el respeto por la dignidad de cada ser humano.

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