El Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala acató una orden judicial y canceló el partido político Movimiento Semilla, que llevó al poder al presidente Bernardo Arévalo de León. La decisión se tomó por petición del juez penal Fredy Orellana, quien ordenó la cancelación definitiva de la agrupación. Esta medida se da en el contexto de un proceso judicial promovido por el Ministerio Público, que desde 2023 ha estado persiguiendo a Arévalo de León y a las principales figuras de Semilla por haber ganado las elecciones pasadas de forma sorpresiva.
La diputada oficialista Andrea Reyes criticó la cancelación del Movimiento Semilla y la calificó como una acción ridícula e ilegal para mantener el atraso antidemocrático en Guatemala. Anunció que presentaron dos amparos ante el Tribunal Supremo Electoral para intentar dejar sin efecto la decisión de cancelar al partido. Además, destacó que bajo el estatus suspendido del partido han logrado promover y legislar cambios importantes para el país, lo que molesta a quienes buscan mantener el statu quo.
El líder de la bancada Semilla, Samuel Pérez, anunció que denunciará penalmente al juez Fredy Orellana por haber emitido una orden de cancelación que, según él, no está dentro de sus funciones. La cancelación del partido llegó 78 horas después de que el Congreso de la República reformara el artículo 82 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, norma que se utilizaba para mantener la suspensión de Semilla. Esto indica un ambiente de conflicto político y judicial en torno al partido y a su participación en la vida política de Guatemala.
El Movimiento Semilla ha sido un actor relevante en la política guatemalteca, y su cancelación ha generado controversia y reacciones enérgicas. La bancada oficialista ha recurrido a medidas legales para intentar revertir la decisión de cancelar al partido, señalando que esta acción vulnera los principios democráticos y busca mantener el atraso en el país. Los amparos presentados ante el Tribunal Supremo Electoral buscan invalidar la cancelación de Semilla y permitir que el partido siga participando en la vida política de Guatemala.
La cancelación de Movimiento Semilla se da en un contexto de persecución judicial contra el presidente Arévalo de León y otros miembros importantes de la agrupación. Esta situación ha generado tensiones políticas y legales en el país, con acusaciones de ilegalidad e injusticia por parte de la bancada oficialista. La denuncia penal contra el juez que emitió la orden de cancelación es una muestra de la resistencia y la lucha que el partido y sus seguidores están dispuestos a librar para mantenerse activos en el escenario político guatemalteco.
En medio de estos conflictos y tensiones, queda por verse cuál será la resolución final del Tribunal Supremo Electoral respecto a los amparos presentados por la bancada oficialista. La cancelación de Movimiento Semilla ha generado una división en la opinión pública, con algunos apoyando la medida y otros considerándola un ataque a la democracia en el país. En definitiva, este episodio refleja la complejidad y la intensidad de la política en Guatemala y la lucha por mantener espacios de participación democrática en un contexto de crisis e incertidumbre.