El sector empresarial e industrial de la República Dominicana está evaluando la propuesta de reforma fiscal presentada por el gobierno, que tiene como objetivo implementarse a partir de enero de 2025. Tanto el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) como la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) están revisando detenidamente la propuesta y planean emitir una posición institucional al respecto. Ambos organismos señalan cierto sesgo anti-industria en la propuesta y están a la espera de la redacción final que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso Nacional.

Por otro lado, el economista y exgobernador del Banco Central de la República Dominicana, Guillermo Caram, expresó su preocupación respecto a la reforma fiscal presentada por el gobierno. Caram advirtió sobre una "grave desproporción" en el enfoque de la propuesta, ya que se centra excesivamente en la vertiente tributaria, convirtiéndola más en una reforma tributaria que en una verdadera reforma fiscal. El economista subrayó que el presupuesto para 2025 prevé gastos corrientes que superan en 53,000 millones de pesos los ingresos corrientes, lo que representa un 4 % de gastos por encima de los ingresos.

Caram también señaló que, al considerar las amortizaciones de la deuda pública, las erogaciones superan en 234,000 millones de pesos los ingresos corrientes, es decir, un 18 %. Esto plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras, lo que, a su juicio, va en contra del mandato constitucional de mantener una economía sostenible. El economista criticó la dependencia del endeudamiento para cubrir gastos fijos, violando el mandato de una adecuada gestión de las rentas públicas.

Además, Caram resaltó la necesidad de una reducción del gasto corriente y alertó sobre los efectos adversos que podrían surgir, especialmente en relación con la elusión tributaria. Adicionalmente, indicó que mantener impuestos sobre operaciones bancarias y el 18 % del ITBIS podría perpetuar o aumentar la informalidad en la economía dominicana, que ya supera el 50 %. Según el economista, esta alta informalidad hará que la presión tributaria nunca alcance las metas propuestas, poniendo en riesgo los intentos de racionalización tributaria y fiscal.

En general, tanto el sector empresarial como el economista Guillermo Caram muestran preocupación por la propuesta de reforma fiscal presentada por el gobierno dominicano. Ambos señalan la necesidad de una revisión detallada de la propuesta y de considerar posibles efectos adversos, especialmente en relación con el gasto corriente, la dependencia del endeudamiento y la informalidad en la economía. Se espera que se abra un diálogo constructivo para analizar en profundidad la propuesta y lograr una reforma fiscal que sea equitativa y sostenible a largo plazo para la República Dominicana.

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