El rey Felipe VI de España viaja junto a la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe, Susana Sumelzo, a la República Dominicana para asistir a la toma de posesión del presidente Luis Abinader, quien inicia su segundo mandato de cuatro años. En estas ceremonias es común que el Ministro de Asuntos Exteriores no acompañe al monarca y delegue en un secretario de Estado. Más de una docena de jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos se reunirán en Santo Domingo para abordar la crisis en Venezuela, incluyendo líderes de Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Guatemala, Honduras, Belice y Costa Rica.

Durante su estancia, el rey se reunirá con Abinader en el Palacio Nacional y con la colonia española residente en República Dominicana. Además, mantendrá un encuentro con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, antes de asistir a una recepción ofrecida por Abinader en la Fortaleza de Santo Domingo. La ceremonia de toma de posesión está programada para el viernes en el Teatro Nacional de la capital para poder acoger a todos los invitados, seguida de un almuerzo en el Palacio Nacional.

En la reunión informal entre los líderes iberoamericanos se busca coordinar una postura común ante la crisis en Venezuela, particularmente después de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio que muchos consideran fraudulentas. La ausencia del ministro José Manuel Albares en esta reunión significa que España estará representada por la secretaria de Estado. Esta situación refleja la importancia de abordar la situación en Venezuela de forma conjunta y coordinada.

La presencia del rey Felipe VI en la toma de posesión de Abinader destaca la relación entre España y la República Dominicana, así como el interés por fortalecer los lazos entre ambos países. La ceremonia es una oportunidad para reforzar los vínculos políticos y diplomáticos entre los dos estados, así como para discutir posibles temas de interés mutuo. Además, la presencia de diversos líderes iberoamericanos en el evento resalta la importancia de la región en la agenda internacional.

En medio de la agenda oficial, se espera que el rey tenga la oportunidad de visitar otros lugares de interés en Santo Domingo y conocer más sobre la cultura y la historia del país. Su presencia también representa un gesto de apoyo y amistad hacia la República Dominicana y su nuevo presidente. En un contexto de crisis política y social en la región, la visita del rey y la participación en la ceremonia de toma de posesión son signos de cooperación y diálogo entre naciones hermanas. Esta colaboración es fundamental para abordar los desafíos comunes y avanzar hacia un futuro más próspero y estable.

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