El proyecto de ley de referendo que está pendiente de aprobación en la Cámara de Diputados propone que las reformas constitucionales sean sometidas a votación en el país para que los dominicanos decidan si aceptan o no los cambios a la carta magna. La propuesta sugiere que las reformas constitucionales, como la propuesta por el presidente Luis Abinader, sean aprobadas por los legisladores en la Asamblea Nacional y luego sometidas a votación a través de un referendo.

El referendo es un mecanismo con el que la ciudadanía puede ser consultada sobre temas públicos de salud, economía o política. La consulta se haría mediante votos y los resultados servirían para conocer la opinión popular, siendo un método consultivo. En este caso, los votantes se expresarán por "Sí" o por "No" por cada propuesta de reforma constitucional, decidiendo si aceptan o rechazan el cambio sugerido.

La votación se realizaría por cada cambio propuesto en particular, como el establecimiento de un procurador independiente o un "candado" constitucional que evitaría la reelección presidencial consecutiva en el país. Al término de las votaciones, la Junta Central Electoral certificará los resultados y los entregará a los legisladores. Si el resultado mayoritario es afirmativo para aceptar la reforma constitucional, la nueva Constitución será proclamada y publicada.

Desde el Poder Ejecutivo, Abinader ha impulsado una reforma constitucional enfocada en dos aspectos: frenar futuras reelecciones presidenciales y permitir que el procurador no sea escogido por mandato presidencial. La propuesta de cambios a la Constitución será depositada en el Congreso Nacional el 16 de agosto, el mismo día en que Abinader será investido como presidente reelecto de la República Dominicana.

En caso de que las propuestas de reforma constitucional sean rechazadas por la población en el referendo, la Constitución permanecerá como estaba antes de los cambios propuestos. El proyecto de ley de referendo se encuentra en la Cámara de Diputados desde el año 2021 y ha sufrido retrasos en su aprobación. Si el proyecto de referendo es aprobado antes de la reforma constitucional, los cambios a la Carta Magna serían sometidos obligatoriamente a un referendo ya que la ley entraría en vigencia inmediatamente después de ser promulgada.

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