El príncipe Enrique, hijo menor del rey Carlos III, ha admitido que se sintió ansioso al cumplir 30 años en 2014, pero ahora se siente ilusionado al cumplir 40 años este domingo. Actualmente vive en California con su esposa Meghan y sus hijos Archie y Lilibet, y planea celebrar su cumpleaños en su residencia de Montecito con su familia antes de hacer una escapada con sus amigos más cercanos a un destino no revelado. Enrique habla de su papel como padre y cómo sus hijos le han dado una nueva perspectiva sobre la vida, haciendo que esté más comprometido en hacer del mundo un lugar mejor.
Enrique ha expresado que ser padre es una de las mayores alegrías de la vida y que le ha hecho ser más determinado en su trabajo y comprometido en lograr un mundo mejor. A los 30 años, el príncipe acababa de regresar de servir en el Ejército británico en Afganistán y enfrentaba dificultades emocionales, como periodos de letargo y ataques de pánico. Actualmente, se encuentra en quinto lugar en la línea de sucesión al trono británico y conoció a Meghan en 2016, mudándose a California en 2020, renunciando a sus funciones como miembro de la realeza y distanciándose de su familia.
En las últimas semanas, se ha especulado sobre la posibilidad de que Enrique regrese parcialmente al Reino Unido para reparar su imagen, aunque quienes lo conocen bien descartan esta posibilidad. Sin embargo, la BBC sostiene que le gustaría pasar más tiempo en el país colaborando con organizaciones que respalda. El príncipe Enrique se muestra entusiasmado ante la idea de comenzar esta nueva década de su vida y seguir contribuyendo de manera positiva al mundo.
El duque de Sussex ha expresado su compromiso en seguir apareciendo y hacer las cosas bien en el mundo, a pesar de su edad. Con el apoyo de su familia y amigos cercanos, Enrique planea celebrar su cumpleaños de manera íntima antes de realizar una escapada. Ha destacado la alegría que le produce ser padre y cómo su experiencia parental ha influenciado en su determinación y compromiso en hacer del mundo un lugar mejor.
Enrique se ha mostrado agradecido por la nueva perspectiva que le han dado sus hijos y ha expresado su deseo de continuar trabajando en la construcción de un mundo más justo y solidario. A pesar de los desafíos emocionales que enfrentó a los 30 años, el príncipe se muestra optimista y esperanzado en el futuro. Su involucramiento en causas sociales y su interés en colaborar con organizaciones benéficas reflejan su compromiso en hacer del mundo un lugar más inclusivo y equitativo.