El primer ministro de Haití, Garry Conille, reafirmó su compromiso de organizar elecciones generales en noviembre de 2025 durante una audiencia pública por sus primeros 100 días en el cargo. Prometió restablecer la seguridad, ayudar a los desplazados, reactivar la economía, hacer cambios en la Constitución y celebrar elecciones en 2026. Considera que estos pasos son cruciales para construir un país más fuerte y resistente, aunque habrá obstáculos y se necesitará trabajo duro y sacrificio. El Gobierno ha nombrado a los miembros del Consejo Electoral Provisional para los comicios, integrado por nueve personas de diferentes sectores.
Conille advierte sobre la grave situación en Haití, con un colapso total de sus instituciones en la última década. Las estructuras estatales están en ruinas y carecen de recursos para funcionar, lo que impide responder a las necesidades de la población. La corrupción es generalizada, la violencia ha devastado las instituciones y la falta de un liderazgo estable ha paralizado el gobierno, dejando a los ciudadanos sin servicios básicos. El primer ministro compara la situación del país con grandes crisis humanitarias como Somalia o Sudán, atribuyendo la crisis a la inestabilidad política, corrupción y la irresponsabilidad de una minoría.
El camino hacia las elecciones de 2025 estará lleno de desafíos, pero Conille destaca la importancia de dar muestras de capacidad de resistencia, solidaridad y paciencia. Reconoce que los problemas de Haití no se resolverán de la noche a la mañana y se requerirá un compromiso masivo, recursos adicionales, tiempo y determinación inquebrantable. El sufrimiento prolongado del pueblo haitiano, atrapado en la pobreza generacional, requiere un cambio urgente para garantizar un mejor futuro, especialmente para los niños que no pueden ir a la escuela y las familias que viven con miedo.
El Gobierno ha publicado un decreto con el nombramiento de los miembros del Consejo Electoral Provisional para las próximas elecciones, compuesto por representantes de diferentes sectores de la sociedad. Schnaida Adely, Patrick Saint-Hilaire, Peterson Pierre-Louis, Marie Florence Mathieu, Jacques Desrosiers, Jaccéus Joseph y Nemrod Sanon ocuparán puestos en la instancia, faltando aún los designados por Organizaciones de Derechos Humanos y Asociaciones de Derechos de la Mujer. Estas elecciones son vistas como un paso crucial para reconstruir un Haití más fuerte y resistente, aunque se enfrentarán a desafíos que requerirán esfuerzo y sacrificio.
Conille destaca la importancia de comprender la gravedad de la situación actual en Haití, que ha sufrido un colapso institucional en la última década. Las estructuras estatales están en ruinas, la corrupción es generalizada y la falta de liderazgo estable ha paralizado el gobierno, privando a la población de servicios básicos. Ante esta situación, el primer ministro llama a un compromiso masivo, tiempo, solidaridad, paciencia y coraje para enfrentar los desafíos y reconstruir el país. Señala que es responsabilidad moral cambiar la realidad de quienes luchan por sobrevivir en medio de la pobreza y la inestabilidad política crónica en Haití.