En marzo de 2023, dos barcazas generadoras de electricidad llegaron a la provincia de Azua como parte de una licitación impulsada por el Estado para abordar el déficit energético en la República Dominicana. A pesar de estar envueltas en protestas, denuncias ambientales y sanciones, las plantas cumplen su primer año de operaciones, siendo clave en períodos críticos de generación eléctrica según funcionarios del sector. Estas barcazas han suministrado el 6% de la demanda nacional de energía en el primer año de su contrato, según los datos proporcionados por la empresa operadora y el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).

En las barcazas de acero operan 41 trabajadores dominicanos y 62 trabajadores turcos, con salarios que oscilan entre los 20,000 y 100,000 pesos. Estos trabajadores realizan diversas labores, desde oficina, traducción, limpieza y cocina, hasta la operación de las plantas flotantes. Los trabajadores turcos residen en un pequeño hotel dentro de las embarcaciones, donde hay habitaciones, un área de restaurante y recreación, y una enfermería, con elementos que les recuerdan a su país de origen.

Se seleccionó Azua como ubicación para las barcazas debido a la capacidad de inyección de energía en la subestación y línea de transmisión, así como la infraestructura existente en la zona. Además, el puerto industrial y las normas y procedimientos del país para el registro de generadoras, así como la puntualidad en los pagos, hacen que la República Dominicana sea considerada un buen mercado para este tipo de proyectos. Las barcazas se utilizan como un respaldo durante períodos críticos de generación energética.

Karpowership, la empresa operadora de las barcazas, obtuvo un contrato de 185 megavatios como parte de una licitación de 400 megavatios lanzada por el Gobierno dominicano en 2021. Estas plantas de energía flotantes se utilizan tanto en momentos de emergencia como en períodos regulares de demanda de energía, con un aumento en el despacho debido al crecimiento de la demanda en el país. Se espera que las barcazas operen como reserva hasta que se construyan otras plantas con mayor capacidad.

Tras los tres años de contrato, la continuidad de la relación con la compañía Karpowership dependerá de diversos factores, como la demanda del país y oportunidades en otros países. La empresa planea cambiar el combustible utilizado por las barcazas, lo que dependerá del precio de las fuentes alternas. También se han implementado programas de protección ambiental, como el "Programa de Protección del Manatí de las Antillas", para proteger a los mamíferos marinos en el entorno del Refugio de Vida Silvestre Manglares de Puerto Viejo donde operan las barcazas. A pesar de algunos incidentes, se han implementado medidas correctivas para garantizar la operación segura de las plantas.

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