El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, se prepara para asumir su segundo y último mandato el viernes, después de lograr la reelección en las elecciones de mayo. Abinader tiene como objetivo llevar a cabo una reforma constitucional y una reforma fiscal, que han sido postergadas durante años. El presidente anunció su intención de cambiar la Constitución, la cual sería la cuarta reforma de este siglo, y el camino parece despejado ya que su partido, el Partido Revolucionario Moderno, controlará el Congreso Nacional.
La reforma constitucional propuesta por Abinader tiene como objetivos principales evitar modificaciones a las reglas de elección presidencial, consolidar la independencia del Ministerio Público, reducir el número de diputados y unificar la celebración de elecciones. A pesar de que el presidente asegura que esta reforma busca fortalecer la democracia y la transparencia, la oposición ha expresado su desacuerdo, argumentando que no es el momento oportuno para cambiar la Carta Magna. Incluso el expresidente Leonel Fernández ha señalado que la mejor forma de proteger la Constitución es no modificarla.
Además de la reforma constitucional, Abinader también tiene la mira puesta en una reforma fiscal. República Dominicana tiene pendiente desde hace años una reforma fiscal, que ha sido una promesa desde la campaña electoral de Abinader en 2020. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional han señalado la necesidad de esta reforma para captar más inversión y garantizar la sostenibilidad fiscal. También es crucial abordar las ineficiencias del sector eléctrico, que han generado pérdidas significativas para el país en la última década.
Además de estas reformas, Abinader enfrentará en su segundo mandato desafíos sociales y económicos importantes, como el sistema sanitario deficiente, la informalidad laboral y la inseguridad. También tendrá que abordar problemas como el caótico tránsito, que provoca miles de muertes cada año en el país. A pesar de estos desafíos, Abinader espera poder implementar sus propuestas y llevar al país por un camino de mayor transparencia, democracia y desarrollo.
La reforma fiscal es considerada impostergable por representantes del sector público, privado y organismos internacionales. Un informe del FMI destaca la importancia de esta reforma para aumentar los ingresos tributarios y establecer límites sobre la deuda pública a largo plazo, lo que contribuiría a la sostenibilidad fiscal del país. También es crucial abordar las ineficiencias del sector eléctrico, que han generado pérdidas cuantiosas en la última década. Abinader enfrentará estos desafíos en su segundo mandato, buscando consolidar el crecimiento económico y social de la República Dominicana.