El Presidente Luis Abinader emitió el decreto 311-24 este viernes, declarando una situación de desastre regional debido a los daños significativos y extensos causados por las recientes lluvias fuertes en el territorio nacional. Las provincias más afectadas incluyen La Vega, Hermanas Mirabal, Espaillat, Duarte y Santiago, entre otras. El decreto permite al Poder Ejecutivo modificar la declaración de desastre y las disposiciones del régimen especial según sea necesario hasta que la situación se declare normal, de acuerdo con el artículo I del párrafo 23 de la Ley no. 147-02 sobre Gestión de Riesgos.
Además, la Oficina Nacional de Meteorología informó de un aumento de la inestabilidad y la humedad, lo que ha llevado a nubosidad, lluvias moderadas a fuertes, tormentas eléctricas y vientos intensos.
En respuesta a las recientes lluvias, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ha reducido el número de provincias en alerta a 24, con 12 provincias ahora en alerta amarilla y otras 12 en alerta verde.

El presidente Abinader hizo un llamado a la población para que estén alerta y sigan las recomendaciones de las autoridades ante posibles emergencias causadas por las lluvias. Asimismo, instó a los organismos de socorro y a las fuerzas del orden a que estén preparados para brindar asistencia y protección a la población afectada.
Las autoridades han habilitado albergues temporales en las zonas más afectadas para aquellas personas que deban ser desplazadas de sus hogares debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra. Se está coordinando la entrega de ayuda humanitaria a las comunidades más golpeadas por las lluvias.

La población ha sido exhortada a mantener la calma, no cruzar ríos crecidos y reportar cualquier incidente de emergencia a las autoridades correspondientes. Se recomienda mantenerse informado a través de los canales oficiales de comunicación y seguir las indicaciones de los servicios de emergencia.
La situación de desastre regional se mantendrá bajo seguimiento y evaluación por parte de las autoridades competentes, con el objetivo de garantizar la seguridad y el bienestar de la población en las zonas afectadas por las recientes lluvias. El gobierno continuará trabajando en conjunto con los organismos de socorro y las fuerzas del orden para mitigar los daños causados por el mal tiempo.

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