Marcelino de la Cruz, presidente del Comité Intermedio de Peralvillo en Monte Plata, fue expulsado de por vida del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por "alta traición" al presuntamente afiliarse al Partido Revolucionario Moderno (PRM) y trabajar a favor de sus candidaturas. El Tribunal Nacional de Disciplina y Ética (TNDE) del PLD tomó esta decisión luego de contar con pruebas que demostraban la participación de De la Cruz en reuniones del PRM, según afirmó Manuel Galván, vicepresidente del TNDE. La dirección del PLD en la provincia denunció al dirigente montaplateño ante las autoridades superiores, lo que resultó en su expulsión.

El tribunal del PLD emitió una resolución en la que se señala que De la Cruz fue acusado por diversos miembros importantes del partido, incluyendo al presidente provincial, al secretario de Organización y a la secretaria general. A pesar de ser citado para una audiencia en la Casa Nacional, De la Cruz no compareció, lo que llevó al tribunal a pronunciar el defecto por falta de comparecencia. Esta decisión se basó en el artículo 75 del Estatuto del PLD, que considera el transfuguismo como alta traición, así como en el Reglamento de Ética y Disciplina que considera estas acciones como faltas graves.

Además de participar en reuniones del PRM, De la Cruz también fue acusado de colaborar, participar e incentivar a miembros del PLD para intervenir en actividades de otra organización política, así como de haberse afiliado a otra organización sin renunciar previamente al PLD. Estas acciones van en contra de los principios y normas del partido, lo que llevó a su expulsión definitiva. El fallo fue respaldado por diversos miembros del TNDE, incluyendo a Alejandrina Germán, presidenta; Gustavo Guzmán, secretario; y otros miembros del tribunal.

La expulsión de De la Cruz se da en un contexto de tensiones políticas en la República Dominicana, y es un ejemplo de las consecuencias que puede tener la traición a un partido político. El PLD ha dejado claro que no tolerará acciones que vayan en contra de sus principios y normas internas, y que tomará medidas drásticas contra aquellos que sean considerados traidores. La decisión de expulsar a De la Cruz busca enviar un mensaje claro a todos los militantes del partido sobre la importancia de la lealtad y la coherencia en la política.

El caso de Marcelino de la Cruz también pone de manifiesto la importancia de la disciplina interna en los partidos políticos, y cómo las violaciones a las normas éticas y de conducta pueden tener graves consecuencias para los implicados. La expulsión de De la Cruz por "alta traición" es un recordatorio para todos los militantes del PLD y de otros partidos sobre la necesidad de respetar los principios y reglas establecidas por las organizaciones políticas. Este caso servirá como ejemplo de las consecuencias que puede tener la deslealtad en la política y cómo las decisiones individuales pueden afectar la reputación y el futuro de un partido político.

Compartir.
Exit mobile version