El papa Francisco lamentó los suicidios en las cárceles, así como el hacinamiento, durante su visita a la penitenciaría de Montorio en Verona, Italia. Expresó su cercanía a los presos y pidió a quienes pueden actuar en este ámbito que trabajen en mejorar las condiciones de vida en las cárceles. Reconoció haber sabido por los medios de comunicación sobre el suicidio de algunos detenidos, calificándolo como un acto extremo de desesperación y dolor insoportable.

El pontífice argentino animó a los presos a no caer en el desaliento y les recordó que la vida siempre es digna de ser vivida, y que siempre hay esperanza para el futuro, incluso en momentos de oscuridad. En febrero, un preso ucraniano de 38 años con problemas psiquiátricos se suicidó en la prisión de Verona, siendo el segundo suicidio en esa institución en 2024. A nivel nacional, los suicidios en cárceles ascendieron a 30, según un informe de la asociación Antigone.

El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, ha advertido repetidamente sobre la situación de los suicidios en las cárceles y ha pedido a las autoridades la implementación de medidas urgentes para prevenirlos. El papa Francisco hizo un llamamiento a trabajar en conjunto para mejorar la vida carcelaria y evitar tragedias como los suicidios entre los presos. Destacó la importancia de brindar apoyo y esperanza a aquellos que se encuentran en situaciones difíciles.

Durante su visita a la penitenciaría de Montorio, el papa Francisco reflexionó sobre la situación de las cárceles en su país, Argentina, y en todo el mundo, reconociendo los desafíos y problemas que enfrentan los presos en su día a día. Manifestó su solidaridad con los detenidos y les recordó que nunca deben perder la fe ni la esperanza, incluso en los momentos más difíciles. El papa instó a las autoridades a seguir trabajando en la mejora de las condiciones carcelarias y a brindar soluciones efectivas para prevenir los suicidios en prisión.

El mensaje del papa Francisco en la penitenciaría de Montorio fue de solidaridad y compasión hacia los presos, reconociendo la importancia de tratar a todos los seres humanos con dignidad y respeto, independientemente de sus circunstancias. Afirmó que la vida siempre es valiosa y que siempre hay esperanza para un futuro mejor, instando a los presos a mantener la esperanza y a no caer en la desesperación. El papa destacó la necesidad de trabajar juntos para crear un entorno más humano y compasivo en las cárceles, donde se respeten los derechos humanos y se brinde apoyo a aquellos que más lo necesitan.

En un contexto de suicidios en las cárceles italianas, el papa Francisco expresó su preocupación por la situación y destacó la importancia de abordar este problema de manera urgente y efectiva. Recordó a los detenidos que la vida siempre tiene valor y que siempre hay esperanza para un futuro mejor, incluso en las situaciones más difíciles. Hizo un llamado a las autoridades a tomar medidas concretas para mejorar las condiciones carcelarias y prevenir los suicidios, asegurando que todos los seres humanos merecen vivir con dignidad y respeto, independientemente de su pasado o sus circunstancias.

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