El Papa Francisco recibió a la Confederación Nacional de Educación y Formación Profesional de Italia y expresó su preocupación por el abandono educativo y formativo de los jóvenes, calificándolo como una tragedia. Propuso cuidar la formación de los jóvenes que abandonan los estudios y lamentó que muchos de ellos se ven obligados a aceptar contratos precarios y mal remunerados. En este contexto de fragilidad social, el Papa pidió impulsar una legislación que favorezca el reconocimiento social de los jóvenes y construir un relevo generacional donde las habilidades de quienes salen estén al servicio de quienes ingresan al mercado laboral.

Francisco destacó la importancia de una formación profesional válida como antídoto contra el abandono escolar y como respuesta a la demanda laboral en diferentes sectores de la economía. Resaltó la necesidad de establecer relaciones efectivas con las empresas dispuestas a emplear a jóvenes entre sus filas, y de que la formación brinde a los jóvenes herramientas para discernir entre ofertas de trabajo y formas de explotación. Advertió que aquellos que se sienten rechazados en el mundo laboral pueden terminar en situaciones de penuria social humanamente degradantes, y enfatizó que esto no debe ser aceptado.

El Papa animó a la nueva presidencia de Haití a trabajar por la paz y la estabilidad en el país. Destacó que una formación profesional adecuada es esencial para evitar el abandono escolar y para satisfacer la demanda laboral en diversos sectores económicos. Subrayó la importancia de que los jóvenes reciban un apoyo adecuado por parte de las empresas donde trabajan, y que la formación les permita discernir entre oportunidades laborales legítimas y formas de explotación en el mercado laboral.

Francisco hizo hincapié en la necesidad de construir un relevo generacional donde las habilidades y experiencias de los jóvenes que ingresan al mercado laboral sean valoradas y utilizadas adecuadamente por la sociedad. Abogó por una legislación que reconozca y proteja los derechos de los jóvenes en el ámbito laboral, y por la promoción de una cultura laboral que valore la formación y el desarrollo profesional de los trabajadores jóvenes. Asimismo, instó a las empresas a brindar oportunidades de empleo dignas y seguras a los jóvenes y a apoyar su crecimiento y desarrollo personal y profesional.

En resumen, el Papa Francisco hizo un llamado a cuidar la formación de los jóvenes para evitar el abandono educativo y formativo, garantizar su integración digna en el mercado laboral y protegerlos de situaciones de explotación y vulnerabilidad social. Destacó la importancia de una formación profesional válida como herramienta para satisfacer la demanda laboral y promover el desarrollo personal y profesional de los jóvenes. Su discurso reflejó su compromiso con la promoción de la justicia social, la igualdad de oportunidades y el respeto por la dignidad de cada persona, especialmente de los más vulnerables en la sociedad.

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