El papa Francisco afirmó que la fraternidad en el mundo es posible con un esfuerzo por el diálogo para derribar los muros de la enemistad. En una audiencia con miles de voluntarios de la Cruz Roja italiana, el pontífice destacó que el compromiso de estos voluntarios, basado en principios como la humanidad, la imparcialidad y la neutralidad, demuestra que la fraternidad es posible. Destacó la importancia de situar a la persona en el centro y trabajar juntos por el bien común, superando divisiones y enemistades.

En el Aula Pablo VI, el papa recibió a unos 8.000 voluntarios de la Cruz Roja en celebración de los 160 años de su fundación en 1864. Francisco elogió la labor de la organización ante las devastaciones causadas por la guerra, destacando la solidaridad y el cuidado sin distinción entre nacionalidades, clases sociales, religiones u opiniones políticas. Agradeció la presencia eficaz y valiosa de la Cruz Roja en contextos donde las guerras sofocan los anhelos de paz y futuro de los pueblos.

El pontífice subrayó la importancia de reconocer el valor sagrado de cada persona y defendió los derechos inalienables de cada ser humano. Enfatizó que los más vulnerables son los niños, mencionando a los niños de la guerra en Ucrania que han perdido la capacidad de sonreír. Agradeció el servicio insustituible de la Cruz Roja en zonas de conflicto y desastres naturales, así como su labor de ayuda a los inmigrantes. Instó a que la Cruz Roja siga siendo un símbolo de amor entre hermanos sin fronteras geográficas, culturales, sociales, económicas o religiosas.

El papa Francisco abogó por globalizar la solidaridad y garantizar los Derechos Humanos en todos los lugares. Destacó la importancia de alimentar una cultura del encuentro entre personas que sean capaces de mirar al mundo con una perspectiva amplia. A pesar de problemas respiratorios anteriores, el pontífice pronunció su discurso sin dificultades en la audiencia con los voluntarios. Apareció en silla de ruedas, saludando a los presentes y poniéndose la gorra y una pulsera de la organización.

En este encuentro, Francisco recordó la importancia de la fraternidad y el diálogo para superar las divisiones y enemistades en el mundo. Agradeció el compromiso de la Cruz Roja italiana y destacó la labor de la organización en situaciones de conflicto y desastre. Instó a seguir defendiendo los derechos humanos y a mantener la solidaridad a nivel nacional e internacional. El papa enfatizó la importancia de mirar al mundo con una perspectiva amplia y promover la cultura del encuentro entre las personas.

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