La alcaldesa de la comuna de Saint-Marc, Myriam Fievre, informó que el número de muertos después del ataque de una banda armada haitiana contra civiles la semana pasada en Pont Sondé, Haití, ha aumentado a 115. La masacre dejó más de 70 muertos de manera inmediata, incluyendo mujeres, niños y ancianos, y ha conmocionado al país caribeño. La situación en Haití es complicada debido a la crisis que atraviesa desde hace años.

La alcaldesa destacó que se han encontrado nuevos cadáveres en la zona de Gran Pon y que el número de muertos podría seguir aumentando. Su oficina ya ha enviado un programa y un presupuesto para organizar un funeral simbólico y colectivo en honor a las víctimas. Está a la espera de recibir noticias de las autoridades centrales antes de planificar el evento. Los cadáveres de las personas que recibieron disparos en la cabeza han sido recogidos por sus familias.

El primer ministro, Garry Conille, visitó a los sobrevivientes en el hospital Saint Nicolas de Saint Marc y expresó su indignación por estos actos inhumanos. Conille calificó el acto de violencia contra civiles inocentes como inaceptable y pidió una respuesta urgente, rigurosa y coordinada del Estado. Los rumores de una masacre planificada circulaban en Pont Sondé desde hace al menos dos meses, según un informe de la ONG Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.

La banda delictiva Gran Grif se atribuye el ataque en Pont Sondé y culpa a la población local de unirse a 'La Coalición', un grupo de autodefensa que intenta frenar sus actividades delictivas y evitar que se beneficien del peaje que instalaron recientemente en la carretera nacional. La situación en Haití es preocupante y la violencia parece estar en constante aumento. Las autoridades locales y nacionales deben tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de la población y evitar tragedias como la ocurrida en Pont Sondé.

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