El Ministerio de Justicia de Haití ha denunciado amenazas contra la vida del primer ministro Garry Conille y otros funcionarios por parte de individuos malintencionados que actúan en nombre de ciertos sectores definidos. Estas personas buscan sembrar más desorden y pánico en un país que lleva años sumido en una crisis que afecta a todos los sectores. El ministerio insta a las autoridades a tomar medidas apropiadas para garantizar el respeto del orden y proteger la vida de todas las personas, especialmente de los servidores del Estado.
Garry Conille, un médico de 58 años, asumió el cargo de primer ministro el 12 de junio en sustitución de Ariel Henry. Henry había dimitido tras la violencia desatada en Puerto Príncipe el 29 de febrero, cuando se supo que planeaba posponer las elecciones hasta agosto de 2025, a pesar de que su mandato ya había expirado en febrero de 2024. El Gobierno de Haití continúa movilizando todos los medios necesarios para contrarrestar las acciones de las bandas criminales que generan terror en la vida cotidiana de los ciudadanos.
El Gobierno insta a la población a mantener la calma y respaldar a las fuerzas de seguridad nacionales, apoyadas por la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), en sus esfuerzos por restablecer la paz y la seguridad pública en todo el país. A pesar de la presencia de la misión multinacional liderada por Kenia y respaldada por la ONU, la violencia en Haití no parece disminuir. La situación se agravó después del asesinato del presidente Moïse por un grupo de mercenarios, en su mayoría colombianos, en su residencia privada de la capital.
Según la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), en el primer semestre del año se registraron unas 3.900 víctimas entre muertos y heridos, después de un año 2023 que cerró con unas 8.000 víctimas. La violencia en Haití ha causado estragos en la población y el Gobierno sigue enfrentando desafíos para controlar la situación. Es necesario un esfuerzo conjunto de las autoridades, la población y la comunidad internacional para lograr la estabilidad y la seguridad en el país caribeño.
La crisis política y social en Haití ha generado un ambiente de inestabilidad y violencia que afecta a toda la población. Las amenazas contra la vida del primer ministro y otros funcionarios son un reflejo de la situación de caos que se vive en el país. El Gobierno haitiano trabaja para contrarrestar las acciones de bandas criminales que generan terror en la población y llama a la calma y al respaldo a las fuerzas de seguridad.
La presencia de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití busca colaborar en la restauración de la paz y la seguridad pública en todo el país. Sin embargo, la violencia persiste y la situación se mantiene complicada. Es necesario un esfuerzo coordinado a nivel nacional e internacional para enfrentar los desafíos que enfrenta Haití y lograr un futuro de estabilidad y prosperidad para su población.