En la isla de Koh Samui, Tailandia, un juicio por el supuesto asesinato del colombiano Edwin Arrieta cometido por el español Daniel Sancho está atrayendo la atención de los medios españoles, mientras que los medios tailandeses han mostrado poco interés en cubrir el caso. A pesar de que el canal público Thai PBS ha sido uno de los pocos en informar sobre el proceso, las órdenes del juez de limitar el acceso a los periodistas y restringir la difusión de información desde la sala de audiencias han dificultado la cobertura mediática local.

El caso de Daniel Sancho comenzó con el hallazgo de restos humanos en un vertedero en la isla de Phangan y su posterior detención por parte de la policía tailandesa. Sancho, hijo de actores españoles conocidos, confesó el crimen inicialmente pero luego se declaró no culpable ante el juez. La Fiscalía lo acusa de asesinato premeditado, un delito que podría llevarlo a la pena capital en Tailandia, aunque este país rara vez aplica esa condena.

El perfil mediático de Daniel Sancho, debido a su linaje y a la confesión del crimen, atrajo la atención de la prensa española y tailandesa. Incluso el entonces subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, conocido como "Big Joke", se convirtió en una figura destacada en el caso, ofreciendo declaraciones controvertidas a los medios. A pesar del frenesí mediático inicial, la atención de los medios tailandeses bajó una vez que Sancho fue puesto en prisión provisional.

La cobertura mediática del caso se ha reactivado con el inicio de la parte oral del juicio, que se espera que concluya el 3 de mayo. Sin embargo, los medios tailandeses siguen mostrando poco interés en el caso, a diferencia de los medios españoles que continúan siguiendo de cerca el desarrollo del proceso judicial. Se espera que los medios tailandeses retomen la cobertura una vez que se dicte sentencia en el tribunal de Samui.

La falta de interés de los medios tailandeses en el caso de Daniel Sancho refleja lo que sucedió anteriormente durante el juicio contra el español Artur Segarra por el asesinato y descuartizamiento de otro español en Bangkok en 2016. En ese caso, los medios locales siguieron de cerca las noticias sobre el crimen, pero se ausentaron durante las declaraciones de testigos, regresando solo para la lectura de la sentencia a pena de muerte. Esta tendencia sugiere una falta de interés sostenido de los medios tailandeses en los casos judiciales de extranjeros.

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