El juicio de Dominique Pelicot, acusado de haber drogado a su esposa para que otros abusaran sexualmente de ella, se vio interrumpido debido a problemas de salud del principal acusado. Pelicot no se presentó al tribunal en Aviñón por razones de salud, lo cual llevó a aplazar su declaración. El presidente del Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, Roger Arata, anunció que la declaración de Pelicot se pospondría hasta que esté en condiciones de comparecer. El juicio, que también involucra a otros 50 hombres acusados de abusar de la mujer de Pelicot, Gisèle, comenzó el 2 de diciembre y se espera que concluya antes de Navidad.
La abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, explicó que su cliente se estaba quejando de problemas abdominales, lo que apuntaba a una infección urinaria que le causaba dolor al estar de pie o sentado. A pesar de las molestias de salud, el presidente del tribunal rechazó suspender el juicio hasta que Pelicot estuviera presente, pero tampoco fijó una nueva fecha para su declaración. Esta jornada del proceso se consideraba crucial, ya que Pelicot debía hablar sobre su personalidad y los hechos del caso.
La ausencia de Pelicot en el juicio ha generado incertidumbre sobre el desarrollo del proceso judicial y sobre la posibilidad de que se logre hacer justicia para su esposa Gisèle, de la que se divorció en agosto. El caso de Pelicot ha conmocionado a la opinión pública francesa debido a la brutalidad de los hechos, donde se acusa al acusado de haber drogado a su esposa para permitir que otros hombres abusaran de ella estando inconsciente. La gravedad de las acusaciones y la cantidad de implicados hacen de este juicio uno de los más relevantes en la actualidad en Francia.
La víctima, Gisèle, ha tenido que revivir los terribles eventos que sufrió durante su matrimonio con Pelicot, lo que sin duda ha sido traumático para ella. A pesar de las dificultades y los obstáculos encontrados en el proceso judicial, Gisèle ha contado con el apoyo de familiares, amigos y organizaciones de ayuda a las víctimas de abuso. La lucha por la justicia en este caso es un recordatorio de la importancia de abordar y prevenir la violencia de género en la sociedad.
La decisión de no suspender el juicio y de seguir adelante a pesar de la ausencia de Pelicot muestra la determinación de las autoridades judiciales de llevar a cabo un proceso justo y completo. A medida que avanza el juicio, se espera que se esclarezcan los hechos y se haga justicia tanto para Gisèle como para los otros implicados en este caso. La sociedad francesa está atenta a la evolución de este juicio, en el que se espera que se haga un llamado a la conciencia colectiva sobre la importancia de erradicar la violencia de género y proteger a las víctimas de abuso.