En el centro psiquiátrico Mars & Kline de Puerto Príncipe, alrededor de 60 pacientes están pasando hambre, ya que carecen de las necesidades básicas como alimentos, medicamentos, agua potable, electricidad y material de limpieza. Tanto el pabellón de hombres como el de mujeres tienen una apariencia similar a una cárcel, con celdas sucias y sin suficiente equipamiento, lo que provoca que los pacientes estén total o parcialmente desnudos y sin acceso a actividades recreativas.

La situación en el psiquiátrico es desoladora, ya que los pacientes se enfrentan a la falta de medicamentos desde febrero y a la ausencia de personal médico, enfermeras o psicólogos que los atiendan. La falta de comida es evidente, y en ocasiones, la escasa cantidad que reciben proviene de las contribuciones de los trabajadores del centro. El estado de abandono en el que se encuentra el centro se ha agravado a raíz de la violencia desatada por pandillas en febrero, lo que ha empeorado la situación de los pacientes.

A pesar de la grave situación en el psiquiátrico Mars & Kline, este es el principal centro psiquiátrico público en la capital de Haití, ya que el sanatorio de Beudet en las afueras de la ciudad está vacío tras la expulsión de los pacientes. Las calles de la ciudad también reflejan el deterioro, con basura, aguas residuales y vehículos incendiados que dan cuenta de la guerra urbana que ha afectado la zona durante años. La vegetación ha tomado las estructuras en pie, lo que le da al lugar la apariencia de haber sufrido un desastre natural.

El centro de la ciudad de Puerto Príncipe está controlado en un 80% por bandas armadas que imponen su ley a través de la violencia y el miedo. Hombres armados se encuentran en puestos de control y peaje, controlando quién puede transitar por la zona. Varios barrios son intransitables sin la autorización de los líderes de las bandas, quienes usan incluso a niños soldados para marcar su territorio. Las autoridades luchan por recuperar el control de la ciudad, pero las bandas armadas siguen perpetrando actos violentos de forma impune.

La situación en Mars & Kline es un reflejo de la crisis humanitaria que vive Haití, con una grave falta de recursos y personal médico para atender a los pacientes con enfermedades mentales. La falta de alimentos y medicamentos, así como la ausencia de higiene y cuidados médicos, ponen en peligro la vida de los internos en el centro. La violencia y la inseguridad en la ciudad de Puerto Príncipe agravan aún más la situación, impidiendo el acceso de ayuda humanitaria y médica a aquellos que más lo necesitan.

La desesperación y el abandono son palpables en el centro psiquiátrico, donde los pacientes luchan por sobrevivir en condiciones inhumanas. La falta de atención médica y de los servicios básicos necesarios para su bienestar empeora su estado de salud mental y física. Es necesario tomar medidas urgentes para garantizar la dignidad y el cuidado de estas personas vulnerables, que no solo enfrentan enfermedades mentales, sino también la violencia y la negligencia de un sistema colapsado.

Compartir.
Exit mobile version