El Gobierno de República Dominicana expresó su sorpresa ante el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre los Derechos Humanos en el país, calificando su tono de agresivo e infundado. Se comprometieron a estudiar el informe y responder a través de los canales oficiales adecuados, asegurando que no refleja la realidad actual de los derechos humanos en República Dominicana ni la relación amistosa entre los gobiernos. También reafirmaron su compromiso con el respeto a los derechos humanos y su disposición a dialogar constructivamente sobre cualquier preocupación legítima en esa área.
El informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre las prácticas de Derechos Humanos en el mundo señaló que el gobierno dominicano no ha tomado medidas creíbles para prevenir los abusos que se han cometido en el país. Se mencionan denuncias verídicas de asesinatos arbitrarios, tratos inhumanos por parte del gobierno, violencia de género, doméstica y feminicidios en República Dominicana. Además, se denunciaron cuestiones que ponen en riesgo los derechos humanos en el país, como corrupción gubernamental, homicidios ilegítimos, tratos crueles por parte del gobierno, condiciones penitenciarias duras, arrestos arbitrarios, entre otros.
En el informe se destacó la decisión del gobierno dominicano de cerrar la frontera con Haití en septiembre, suspendiendo la emisión y renovación de permisos de residencia, visados y certificados para solicitar asilo de los migrantes haitianos y personas de ascendencia haitiana, incluyendo a los indocumentados. Esta medida puso en mayor riesgo a poblaciones ya vulnerables. El Departamento de Estado también mencionó la interferencia arbitraria o ilegal con la privacidad, así como la devolución de refugiados a un país donde correrían peligro de tortura o persecución, constituyendo una amenaza grave a sus derechos humanos.
El gobierno dominicano reiteró su compromiso con el respeto a los derechos humanos y se mostró abierto al diálogo para abordar cualquier preocupación legítima en esta área. Aseguró que el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos no refleja la realidad actual de los derechos humanos en República Dominicana y la relación cercana y respetuosa entre los dos gobiernos. Se comprometieron a estudiar el informe detenidamente y responder a través de los canales oficiales correspondientes en el momento oportuno.
El informe del Departamento de Estado de Estados Unidos también alertó sobre la grave corrupción gubernamental, los homicidios ilegítimos, los tratos inhumanos por parte del gobierno, las condiciones penitenciarias potencialmente mortales, los arrestos arbitrarios y la interferencia con la privacidad en República Dominicana. Se denunció la devolución de refugiados a países donde enfrentarían tortura o persecución, lo que constituiría un abuso a sus derechos humanos. Además, se destacó que la decisión de cerrar la frontera con Haití puso en mayor riesgo a poblaciones vulnerables en el país.
En resumen, el Gobierno de República Dominicana y el Departamento de Estado de Estados Unidos mantienen puntos de vista divergentes en cuanto a la situación de los derechos humanos en el país. Mientras el gobierno dominicano rechaza el informe por considerarlo agresivo e infundado, el Departamento de Estado sostiene que existen denuncias verídicas de abusos y violaciones a los derechos humanos en República Dominicana. Ambas partes se comprometen a estudiar el informe detenidamente y dialogar para abordar cualquier preocupación legítima en esta área, manteniendo la puerta abierta al diálogo y a la cooperación entre ambos países en materia de derechos humanos.