El Gobierno español ha vetado la fusión propuesta por el BBVA con el Sabadell, argumentando un excesivo nivel de concentración bancaria en el país y el posible impacto negativo en el empleo. Ante el fallido intento amistoso del BBVA por absorber el Sabadell, el banco vasco lanzó una oferta a todos los accionistas del grupo catalán. Según el presidente del BBVA, Carlos Torres, la fusión beneficiaría a los accionistas y a la sociedad en general, ya que un grupo más grande podría generar mayores resultados, más crédito para familias y empresas, y más impuestos para el país.

A pesar de la confianza del BBVA en que el Gobierno y otras entidades reconocerán el valor de la operación, el Ministerio de Economía expresó su rechazo a la opa hostil, argumentando que introduciría efectos lesivos en el sistema financiero español, como mayor concentración que podría impactar negativamente en el empleo y en los servicios financieros. El Banco Central Europeo aboga por la creación de grandes competidores bancarios europeos y fusiones transfronterizas. La fusión también afectaría a la cohesión territorial, ya que el nuevo grupo tendría una cuota de mercado significativa en regiones como Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Aunque el presidente del BBVA respeta las opiniones del Gobierno, destaca el precedente de la fusión de CaixaBank y Bankia, que creó un grupo mayor en España que la unión del BBVA y el Sabadell. Además, defiende el "encaje estratégico" y la complementariedad de los negocios entre las dos entidades. Respecto al impacto en el empleo, tanto el BBVA como el Sabadell han realizado ajustes de plantilla pactados con los sindicatos, lo que reduciría el impacto previsto en este ámbito.

El Gobierno considera que la fusión propuesta por el BBVA y el Sabadell introduce un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera y que el nivel de concentración bancaria en España sería excesivo, lo que podría tener consecuencias negativas en el empleo y en la prestación de servicios financieros. A pesar de la creencia del BBVA de que la concentración no implica menor competencia, el Ministerio de Economía sigue mostrando su rechazo a la operación. El Banco Central Europeo aboga por fusiones transfronterizas y la creación de grandes competidores bancarios europeos.

En resumen, la fusión entre el BBVA y el Sabadell ha sido vetada por el Gobierno español debido al excesivo nivel de concentración bancaria en el país y el posible impacto negativo en el empleo. A pesar de los argumentos del BBVA a favor de la operación, el Ministerio de Economía rechaza la opa hostil y advierte sobre efectos lesivos en el sistema financiero. La fusión también afectaría a la cohesión territorial y se plantea como un riesgo potencial para la estabilidad financiera. A pesar de estas diferencias, la discusión continúa entre las partes involucradas.

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