El Gobierno español ha declarado que no tiene ninguna relación con el documento firmado por el líder opositor venezolano Edmundo González antes de salir de Venezuela bajo amenazas del gobierno de Nicolás Maduro. El líder opositor solicito asilo en la residencia del embajador español en Caracas, donde se le presentó un documento que tuvo que firmar para obtener el salvoconducto que le permitiría salir de Venezuela rumbo al exilio. Estas declaraciones han provocado una controversia política en España, con la oposición acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de complicidad en un "golpe de estado" en Venezuela.
La tensión entre Madrid y Caracas se ha intensificado en las últimas semanas, con el Congreso y el Senado españoles instando al Gobierno a reconocer a González como presidente electo de Venezuela, una medida sin trascendencia legal pero que respalda al aspirante presidencial opositor. En respuesta, el Parlamento venezolano discutirá la posibilidad de romper relaciones diplomáticas y comerciales con España. Además, Venezuela mantiene detenidos a dos españoles acusados de participar en un plan contra el Gobierno de Maduro junto a otros extranjeros.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha pedido a su homólogo venezolano que confirme la identidad y situación de los detenidos españoles, además de explicar los cargos en su contra. España, al igual que la Unión Europea, exige a Maduro que presente las actas de los comicios antes de reconocer su supuesto triunfo electoral según organismos oficiales venezolanos. Estas demandas buscan presionar a Venezuela y buscar una solución pacífica a la crisis política en el país sudamericano.
El opositor venezolano Edmundo González llegó a España el 8 de septiembre en busca de asilo político tras denunciar fraude en las elecciones celebradas en su país. Su caso ha generado una gran atención mediática y política, desatando debates sobre la postura de España ante el conflicto en Venezuela. Mientras tanto, el gobierno español ha reiterado su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la democracia en Venezuela, buscando una salida negociada y pacífica a la crisis.
En medio de fuertes tensiones diplomáticas y acusaciones cruzadas, la situación entre España y Venezuela se mantiene complicada. Con la retención de los dos españoles y las discordias respecto a la legitimidad de las elecciones en Venezuela, ambos países enfrentan desafíos en su relación bilateral. El llamado a la negociación y el diálogo por parte de España y la Unión Europea busca resolver la crisis política en Venezuela y evitar escalar aún más las tensiones entre ambas naciones.