El canciller dominicano, Roberto Álvarez, afirmó que el Gobierno de la República Dominicana no cesará las deportaciones de haitianos y que no planea abrir campos de refugiados para ellos. Según Álvarez, la cantidad de haitianos que ingresan diariamente al país es inaceptable, y mencionó que su país no es el único que practica deportaciones, ya que Estados Unidos también lo hace. La petición de Amnistía Internacional de detener las deportaciones no será acatada, a pesar de la solicitud de organismos como la OIM y Acnur.
El Gobierno haitiano reportó que entre enero y marzo se deportaron alrededor de 24,000 haitianos. Álvarez mencionó que la República Dominicana es atractiva para los haitianos por ser una economía más estable que la de Haití, aunque reconoció que muchos haitianos residen legalmente en su país. Sin embargo, la situación actual de ingreso sin control de haitianos es problemática para la República Dominicana, lo que justifica las deportaciones en curso.
La posibilidad de abrir campos de refugiados para haitianos fue descartada por Álvarez debido a la larga duración que estos suelen tener en el mundo, de 10 a 15 años. El canciller también instó a la comunidad internacional a aplicar sanciones más severas a Haití, argumentando que las medidas actuales solo se dirigen a criminales individuales y no a los responsables reales de la violencia en el país. También recalcó la necesidad de controlar el embargo de armas, municiones y pertrechos en Haití.
En el marco de una sesión del Consejo de Seguridad sobre Haití, el canciller dominicano expresó su preocupación por la falta de rigor en la aplicación del embargo de armas en el país vecino, señalando que la República Dominicana no tiene responsabilidad en el aumento de armas ilegales en manos de bandas criminales en Haití. Álvarez hizo un llamado a la comunidad internacional para que adopte una postura más decidida respecto a las sanciones y al embargo de armas en Haití.
La posición del Gobierno dominicano con respecto a las deportaciones de haitianos y la falta de apertura de campos de refugiados ha generado polémica y críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos. A pesar de las presiones de Amnistía Internacional y otros organismos, Álvarez reiteró que las deportaciones no se detendrán, ya que la República Dominicana no puede manejar el flujo continuo de haitianos que ingresan al país de manera irregular.
En medio de la crisis migratoria en la región, la postura del Gobierno dominicano ha sido criticada por su contundencia en las deportaciones y la negativa a brindar un trato humanitario a los haitianos que llegan al país en busca de mejores condiciones de vida. La situación de inseguridad en Haití y la falta de respuesta por parte de las autoridades locales también ha generado preocupación entre la comunidad internacional, que ha instado a buscar soluciones conjuntas y coordinadas para abordar la crisis migratoria en la isla La Española.