La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha reiterado que República Dominicana debe 350 millones de dólares por la compra de petróleo y ha exigido al presidente de la nación caribeña, Luis Abinader, que pague sin demora. Rodríguez afirmó que no tolerará ninguna excusa por parte de Abinader en cuanto al monto de la deuda y lo instó a liquidarla lo antes posible. Por su parte, Abinader ha declarado que desde que asumió la presidencia no se ha importado ni medio galón de petróleo de Venezuela, contradiciendo las afirmaciones de autoridades venezolanas.
El presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), Leonardo Aguilera, respaldó la afirmación de Abinader al señalar que la última importación significativa de petróleo desde Venezuela a República Dominicana ocurrió en diciembre de 2015, y que hubo una importación de diésel en febrero de 2017, tres años antes de que asumieran el gobierno en 2020. Aguilera reveló que dos años atrás, el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) sostuvo reuniones con funcionarios dominicanos, pero no se llegó a ningún acuerdo específico. La relación entre ambos países se ha vuelto tensa desde que Venezuela retiró a sus representantes diplomáticos de República Dominicana y otras naciones, tras las críticas al proceso electoral venezolano.
La disputa entre Venezuela y República Dominicana se ha intensificado aún más debido a la confiscación de un avión en territorio dominicano por parte del gobierno de Estados Unidos, que asegura que la aeronave fue adquirida ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa ficticia y sacada ilegalmente de Estados Unidos para ser utilizada por Nicolás Maduro. Esta situación ha aumentado la tensión entre los países y ha dejado en evidencia las diferencias ideológicas y políticas entre ellos. Las declaraciones y acciones recientes de ambas partes han contribuido a empeorar la relación bilateral.
Las acusaciones y denuncias públicas entre las autoridades de Venezuela y República Dominicana han sido constantes en los últimos días, generando un clima de confrontación y desconfianza. La exigencia de pago por parte de Venezuela y la negación de la deuda por parte de República Dominicana han creado un ambiente tenso y complicado en la relación entre ambos países. Las implicaciones económicas y políticas de esta disputa pueden ser significativas y afectar a otras naciones de la región que mantienen vínculos con Venezuela y República Dominicana.
La falta de acuerdo y la confrontación entre Venezuela y República Dominicana en torno a la deuda por la compra de petróleo ha evidenciado las dificultades para resolver conflictos diplomáticos y financieros en la región. La retórica agresiva y las acusaciones mutuas no han contribuido a encontrar una solución pacífica y negociada a esta disputa, lo que podría tener consecuencias negativas para ambas naciones y para la estabilidad de la región. Es necesario un diálogo constructivo y una voluntad de buscar soluciones consensuadas para superar esta crisis y evitar una escalada de tensiones.
En medio de esta situación de tensiones y confrontaciones, es fundamental que las autoridades de Venezuela y República Dominicana busquen vías de diálogo y entendimiento para resolver sus diferencias de manera pacífica y respetuosa. La cooperación internacional y la mediación de terceros países u organismos pueden ser clave para facilitar una negociación fructífera y evitar un empeoramiento de la situación. Ambas partes deben actuar con responsabilidad y sensatez para encontrar una salida que beneficie a ambas naciones y permita restablecer la confianza mutua en un marco de respeto y colaboración.