El Gobierno de Haití condenó las deportaciones masivas y discriminatorias de sus ciudadanos por parte de la República Dominicana y exigió que se realicen respetando los procedimientos legales y la dignidad humana. Esta decisión se dio a conocer tras la celebración del VI Consejo de Gobierno, presidido por el primer ministro Garry Conille en la Residencia Oficial. Durante el consejo, el Gobierno planificó respuestas urgentes para respetar los derechos humanos de los ciudadanos haitianos, aunque no se dieron detalles concretos. Se emitió una resolución al respecto y se instó urgentemente a las autoridades dominicanas a cesar cualquier política de deportación racista y discriminatoria.

Además, el Consejo de Gobierno revisó las medidas en las que participan las autoridades nacionales y locales en relación con la acogida y atención de los repatriados hasta su reintegración. Asimismo, expresó su total y firme apoyo al primer ministro en su decisión de oponerse a cualquier cambio de ministro fuera de los requisitos de la Constitución y del acuerdo de transición. Esta decisión se tomó en un momento en el que se rumoreaba que miembros del Consejo Presidencial de Transición estaban exigiendo la destitución de la canciller Dominique Dupuy por su postura respecto al plan de deportación de la República Dominicana.

Por otro lado, el director general de Migración de la República Dominicana, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, afirmó que el plan de interdicción y repatriación de haitianos se ha llevado a cabo de acuerdo con las normas del derecho internacional y el derecho procesal democrático vigente. Además, aseguró que durante todo el proceso no se ha deportado a ningún dominicano hacia Haití. La situación de las deportaciones de haitianos ha generado preocupación en la región y ha llevado a que el Gobierno Haitiano exija el respeto de los derechos humanos en estos procesos.

La relación entre Haití y la República Dominicana en materia migratoria ha sido compleja debido a la cercanía geográfica de ambos países y a las diferencias culturales y socioeconómicas. Las deportaciones masivas y discriminatorias han generado tensiones y protestas en ambos lados de la isla, y han puesto en evidencia la necesidad de un diálogo y una colaboración entre ambas naciones para abordar de manera efectiva la situación migratoria. El Gobierno de Haití ha insistido en la importancia de respetar los derechos fundamentales de los haitianos y de garantizar un proceso de deportación legal y digno.

En este contexto, se han impulsado medidas para garantizar la acogida y atención de los repatriados en Haití hasta su reintegración. Además, se ha pedido a las autoridades dominicanas que respeten los derechos humanos de los haitianos y que cese cualquier política de deportación racista y discriminatoria. La situación ha llevado a que se revisen las acciones tomadas por las autoridades en relación con las deportaciones y se busquen soluciones que permitan un tratamiento digno y respetuoso a los ciudadanos haitianos afectados.

En medio de la controversia, el Gobierno haitiano ha expresado su firme apoyo al primer ministro en su posición de oponerse a cualquier cambio de ministro que infrinja los requisitos constitucionales y del acuerdo de transición. La situación ha generado tensiones en el ámbito político haitiano, especialmente en relación con la destitución de la canciller Dominique Dupuy. En este contexto, se ha enfatizado la importancia del diálogo y la consulta para abordar los desafíos actuales y garantizar el respeto a los derechos humanos en el marco de la migración entre Haití y la República Dominicana.

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