El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, convocó un nuevo referéndum sobre el estatus político de la isla que se llevará a cabo el 5 de noviembre. Este plebiscito local incluirá tres opciones no coloniales ni territoriales: estadidad (anexión a Estados Unidos), independencia y soberanía en libre asociación. Pierluisi considera que es importante expresar el sentir del pueblo para presionar al Congreso de Estados Unidos a actuar en relación al estatus político de Puerto Rico.

El gobernador argumenta que Puerto Rico tiene el derecho y la obligación moral de seguir ejerciendo presión para acabar con la colonia, tras décadas como estado libre asociado a EE.UU. Pierluisi hizo la convocatoria en base a la Ley 165 de 2020, que le permite convocar elecciones en caso de propuestas de estatus político presentadas por la Legislatura de Estados Unidos. Actualmente, hay dos proyectos de estatus político, que incluyen las tres opciones descolonizadoras mencionadas, ante la consideración del Congreso de EE.UU.

Pierluisi considera que el plebiscito local es un mecanismo para ejercer presión sobre el Congreso y exigirle acción para resolver el problema del estatus político de Puerto Rico. El gobernador destaca la importancia de la autodeterminación, donde el pueblo pueda expresar su voluntad directamente y sin intermediarios. A través de esta consulta, el Congreso podrá conocer el nivel de apoyo que tienen las opciones de estadidad, independencia y soberanía en libre asociación en la isla.

En el referéndum del 5 de noviembre, los votantes de Puerto Rico tendrán la oportunidad de expresar su preferencia sobre el estatus político de la isla, incluyendo las opciones de estadidad, independencia y soberanía en libre asociación. El Partido Nuevo Progresista (PNP) aboga por la estadidad, mientras que el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) defienden mantener el estatus actual y la independencia, respectivamente.

El tema del estatus político de Puerto Rico continúa dividiendo a la población de la isla. Puerto Rico tiene un cierto grado de autonomía, con un Gobierno y una Constitución propios, pero el control de las fronteras, defensa y relaciones exteriores sigue siendo responsabilidad de Estados Unidos. La consulta del 5 de noviembre servirá como una forma de presionar al Congreso y buscar una solución definitiva al problema del estatus político de Puerto Rico, según lo expresado por el gobernador Pierluisi.

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