El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han inaugurado sus reuniones anuales en Washington en un contexto de conflictos internacionales, fragmentación, bajo crecimiento y deuda elevada. Los líderes de ambas instituciones, Kristalina Georgieva y Ajay Banga, han instado a los gobiernos a actuar para mejorar las previsiones. Durante estos encuentros, ministros, presidentes de bancos centrales y otras autoridades económicas discutirán sobre la economía mundial y los desafíos futuros, además de presentar informes económicos como la actualización de las perspectivas económicas globales del FMI.

Una de las preocupaciones centrales en estas reuniones es la excesiva deuda pública y el aumento del déficit a nivel mundial. Según las estimaciones del FMI, la deuda pública mundial superará los 100 billones de dólares o el 93 % del PIB mundial para finales de este año y se acercará al 100 % del PIB para 2030. Estas previsiones se dan en un contexto de creciente conflicto en Oriente Medio y preocupación por el proteccionismo y los aumentos en gastos de defensa, lo cual puede desestabilizar a las economías regionales y los mercados mundiales de petróleo y gas.

Tanto el FMI como el Banco Mundial destacan la necesidad de que los gobiernos tomen medidas para revertir la situación actual y evitar un escenario peor. Reformas fiscales, del mercado laboral y eliminación de barreras que impiden la movilización de capital son necesarias, así como políticas para mejorar la productividad, reducir la burocracia, aprovechar la inteligencia artificial y aumentar el gasto en educación, investigación y desarrollo. Es un momento de actuar, no de lamentarse, según los líderes de ambas instituciones.

Las previsiones económicas globales apuntan a un crecimiento del 3,2 % este año y 3,3 % el próximo, niveles pobres que se mantendrán a medio plazo. A pesar de haber superado la crisis inflacionaria global sin entrar en recesión, los líderes del FMI alertan del futuro difícil por el bajo crecimiento y la elevada deuda, instando a los formuladores de políticas a trabajar a toda marcha para reducir la deuda y reconstruir amortiguadores para enfrentar futuros shocks económicos.

Las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial también cobran importancia ante el contexto de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde se enfrentarán Kamala Harris y Donald Trump. El resultado de estas elecciones influirá en la economía mundial a corto plazo, por lo que es necesario tomar medidas urgentes para mejorar la situación económica global. Ambas instituciones ven esta situación como una oportunidad para trabajar en conjunto y buscar soluciones a los desafíos económicos actuales.

Compartir.
Exit mobile version