Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la deuda pública mundial alcance los 100 billones de dólares para fin de año, lo que equivale al 93% del PIB mundial. Aunque en términos porcentuales no hay un aumento con respecto a 2023, la cantidad de dinero que se debe continúa creciendo y esta tendencia no parece revertirse. El FMI prevé que la deuda alcance el 100% del PIB al final de la década. En comparación, la deuda privada de hogares y empresas no financieras representaba el 146% del PIB global al final de 2023.
La subdirectora del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Era Dabla-Norris, señaló que hay indicios que sugieren que la situación podría ser peor de lo esperado. Las proyecciones de deuda tienden a ser optimistas debido a la posibilidad de que los gobiernos no sean realistas en sus previsiones de crecimiento o que las reformas presupuestarias no se implementen completamente. A pesar de que algunos Estados han anunciado ajustes presupuestarios, estos no garantizan la estabilización o reducción de la deuda pública, ya que países como Estados Unidos y China continúan incrementando su deuda sin indicios de cambio.
Para lograr una reducción efectiva de la deuda pública, se necesitaría un ajuste del 3.8% del PIB cada año hasta el final de la década, mucho más alto que el 1% actualmente previsto. Sin embargo, una reducción significativa del gasto público mal calibrada podría impactar negativamente en el crecimiento económico, aumentar las desigualdades y elevar los niveles de deuda en los países. El FMI ha instado a los Estados a reconstruir sus márgenes presupuestarios, minados por las crisis derivadas de la pandemia de covid-19, para estar preparados para futuras emergencias.
El FMI reconoce la importancia de que los Estados inviertan en la lucha contra el cambio climático y en la adaptación de las sociedades para mitigar sus efectos. Sin embargo, el aumento de las tasas de interés en los últimos años ha impactado negativamente en las finanzas públicas de muchos países, aumentando el costo de los créditos. Actualmente, alrededor de cuarenta países enfrentan una crisis de deuda o están cerca de esa situación, principalmente debido al crecimiento significativo del servicio de la deuda. Es necesario encontrar un equilibrio entre la reducción de la deuda pública y la inversión en áreas clave como el cambio climático.
En resumen, la deuda pública mundial sigue en aumento y se espera que alcance los 100 billones de dólares para fin de año. Aunque no existe un aumento en términos porcentuales, la cantidad de dinero que se debe sigue creciendo y esta tendencia no parece cambiar. El FMI alerta sobre la necesidad de implementar ajustes significativos en el gasto público para lograr una reducción real de la deuda, pero advierte sobre los posibles impactos negativos en el crecimiento económico y las desigualdades. Es fundamental que los Estados reconstruyan sus márgenes presupuestarios para hacer frente a futuras crisis y que encuentren un equilibrio entre la reducción de la deuda y la inversión en áreas clave como el cambio climático.