El expresidente peruano Alberto Fujimori fue sepultado en un cementerio privado en las afueras de Lima tras fallecer a los 86 años debido a complicaciones de un cáncer. En la ceremonia fúnebre estuvieron presentes sus hijos, familiares cercanos y representantes del partido fujimorista, así como cientos de seguidores.El hermano de Fujimori agradeció las muestras de apoyo, mientras que su hijo menor reiteró que fue el mejor presidente de Perú.

Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular y heredera política de su padre, agradeció a sus seguidores y se comprometió a construir un mejor futuro. Antes de la inhumación, los restos de Fujimori fueron despedidos con honores de Estado en el Palacio de Gobierno por la actual presidenta de Perú, conforme a los honores póstumos de un exmandatario. El Gobierno decretó un duelo nacional por tres días y se aplicó el ceremonial oficial.

El fujimorismo cuenta con una aceptación del 15 al 20 % en Perú, lo que le ha otorgado un grupo de seguidores constante a lo largo de los años. Sin embargo, Keiko Fujimori ha perdido tres elecciones generales consecutivas en 2011, 2016 y 2021. La muerte de su padre ha revivido la controversia en torno a su legado, siendo recordado por la derrota al grupo terrorista Sendero Luminoso y la crisis económica, pero también por los crímenes de lesa humanidad, el autogolpe de Estado y los casos de corrupción por los que fue condenado.

La familia de Alberto Fujimori convirtió la misa de cuerpo presente en un mitin político, con la interpretación de la canción de campaña "el ritmo del chino" y gritos de "presidenta" para Keiko Fujimori. La líder política ha intentado ocupar la presidencia en varias ocasiones, sin éxito. La muerte del expresidente ha generado división en Perú, con simpatizantes honrando su legado por sus logros y detractores evocando los crímenes de lesa humanidad y la corrupción en su gobierno.

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