El euro bajó este miércoles hasta los 1.1008 dólares luego de que el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos cayera cuatro décimas en agosto, situándose en un 2.5 % interanual. La moneda única cotizaba a 1.1008 dólares a las 15:00 GMT, por debajo de los 1.1019 dólares del día anterior. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el tipo de cambio en 1.1043 dólares. La inflación en Estados Unidos bajó en agosto, pero todavía se mantiene por encima del objetivo del 2 % de la Reserva Federal (Fed).
Los analistas de Bankinter consideran que estos niveles podrían llevar a la Fed a iniciar un proceso de bajada de tipos el 18 de septiembre, aunque alejaría la posibilidad de un recorte de 50 puntos básicos. La sesión también estuvo marcada por el debate entre Kamala Harris y Donald Trump, candidatos a la Casa Blanca en las elecciones del 5 de noviembre. Según analistas de Banca March, Harris salió reforzada de este debate. Todo esto sucedió en la víspera de que el BCE anuncie su decisión sobre los tipos de interés, que se espera que recorten en un cuarto de punto, situando la facilidad de depósito en el 3.5 %, según los analistas.
Por otro lado, la inflación subyacente en Estados Unidos, que excluye los precios de la energía y los alimentos, se mantuvo en un 3.2 % interanual y subió tres décimas en comparación con el mes anterior. Estos datos influyeron en la caída del euro frente al dólar. La Fed sigue de cerca la inflación para tomar decisiones sobre los tipos de interés. Se espera que la Fed inicie un proceso de recorte de tipos en septiembre, aunque se espera que sea un recorte moderado.
La expectativa es que el BCE anuncie un recorte en los tipos de interés, lo que podría influir en la cotización del euro frente al dólar. Los analistas deben estar atentos a la decisión del BCE y a cómo afectará al mercado de divisas. La incertidumbre en torno a la economía mundial, especialmente en medio de la pandemia de Covid-19, hace que los movimientos en los mercados financieros sean más volátiles y difíciles de predecir. Los analistas deberán estar preparados para reaccionar ante cualquier cambio inesperado en el mercado.