El euro cerró la semana en 1,0923 dólares, marcada por fuerte volatilidad debido al temor a una recesión en Estados Unidos y cambios de tipos en Japón. El Banco Central Europeo fijó el tipo de cambio en 1,0917 dólares, mientras que la moneda única avanzó desde los 1,0906 dólares del día anterior. La Reserva Federal se esperaba que baje los tipos de interés en septiembre, lo que generó inestabilidad en los mercados.

La inflación en Alemania repuntó una décima en julio, alcanzando un 2.3% interanual, mientras que la inflación subyacente, excluyendo energía y alimentos, llegó al 2.9%. En Italia, el índice de precios al consumidor también aumentó en julio, llegando al 1.3% interanual, mientras que la inflación subyacente se mantuvo estable en el 1.9%. Estos datos macroeconómicos se sumaron a la volatilidad del euro, generada por factores externos como las tensiones entre Irán e Israel.

La semana estuvo marcada por la incertidumbre en los mercados, causada por la posibilidad de una recesión en Estados Unidos y la subida de tipos de interés en Japón. Los inversores reaccionaron vendiendo activos para cubrir deudas en yenes, lo cual impactó en la evolución del euro frente al dólar. A pesar de la inestabilidad, el euro logró cerrar la semana por encima de los 1.09 dólares, manteniéndose en un rango similar al de la semana anterior.

La sesión concluyó sin grandes referencias macroeconómicas, destacándose la evolución de la inflación en Alemania e Italia. Estos datos reforzaron la tendencia a la volatilidad en los mercados, causada también por las tensiones geopolíticas entre Irán e Israel. La Reserva Federal se preparaba para una posible bajada de tipos en septiembre, lo que aumentó la incertidumbre en los mercados y generó fluctuaciones en el valor del euro frente al dólar.

En resumen, el euro cerró la semana en 1,0923 dólares, manteniéndose estable frente a la semana anterior. La volatilidad en los mercados fue causada por factores como el temor a una recesión en Estados Unidos, la subida de tipos en Japón y las tensiones geopolíticas. Los datos de inflación en Alemania e Italia también jugaron un papel en la evolución del euro. A pesar de la inestabilidad, la moneda única logró mantenerse por encima de los 1.09 dólares, cerrando la semana en una situación similar a la de días anteriores.

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