Desde el 5 de marzo de este año, las operaciones aéreas de pasajeros y de carga entre la República Dominicana y Haití han estado suspendidas debido a los ataques de bandas armadas haitianas al Aeropuerto Internacional de Puerto Príncipe para evitar el retorno del entonces primer ministro Ariel Henry. A pesar de que el aeropuerto ha reabierto gradualmente sus vuelos comerciales con mayor seguridad proporcionada por la policía haitiana, la República Dominicana ha mantenido esta medida, según confirmó el presidente de la Junta de Aviación Civil (JAC), José Marte Piantini.
La resolución 46-20 de la JAC paralizó con efecto inmediato el espacio aéreo entre ambos países, reservándose el Estado el derecho a restringir o prohibir temporalmente los vuelos sobre su territorio en circunstancias excepcionales o en interés de la seguridad pública. Esta medida es vinculante a todas las instituciones relacionadas con la aviación civil dominicana y las fuerzas del orden, así como a las entidades que regulan la comercialización y la migración, como las direcciones generales de Migración y Aduanas.
Esta disposición, tomada hace más de dos meses, carece de una fecha de finalización y seguirá activa a menos que desde el Poder Ejecutivo se modifiquen las medidas tomadas con respecto a Haití en materia de política exterior. Las relaciones bilaterales entre ambos países se han visto afectadas en el ámbito diplomático debido a la inestabilidad política en Haití y la construcción del canal haitiano sobre el río Masacre en septiembre pasado, lo que llevó al gobierno dominicano a endurecer las medidas migratorias y comerciales con su país vecino.
La situación en Haití ha sido complicada en las últimas semanas, con ataques de bandas armadas y una crisis política que ha afectado la estabilidad del país. La presencia de fuerzas kenianas se espera que contribuya a frenar la violencia en la nación vecina. A pesar de la reapertura gradual de vuelos comerciales en el Aeropuerto Internacional de Puerto Príncipe, la República Dominicana ha decidido mantener la suspensión de las operaciones aéreas con Haití, en línea con la resolución emitida por la Junta de Aviación Civil.
La medida de suspensión de operaciones aéreas entre la República Dominicana y Haití ha sido tomada en el contexto de la seguridad nacional y pública, con el objetivo de proteger a los ciudadanos de posibles riesgos derivados de la situación en Haití. La incertidumbre política y la violencia en el país vecino han llevado a que las autoridades dominicanas mantengan esta medida hasta que la situación se estabilice y exista un ambiente propicio para retomar las operaciones aéreas de manera segura.
Es importante destacar que esta medida restrictiva no solo afecta a los viajes de pasajeros, sino también al transporte de carga entre ambos países. La suspensión de las operaciones aéreas ha tenido consecuencias en el comercio y las relaciones bilaterales entre la República Dominicana y Haití, lo que ha generado tensiones en ambos países. La situación actual en Haití sigue siendo motivo de preocupación para la comunidad internacional, y la suspensión de las operaciones aéreas es parte de las medidas tomadas para hacer frente a esta crisis.
En resumen, la suspensión de las operaciones aéreas entre la República Dominicana y Haití se mantiene vigente desde el 5 de marzo de este año, debido a los ataques de bandas armadas haitianas al Aeropuerto Internacional de Puerto Príncipe. A pesar de la reapertura gradual de vuelos comerciales en Haití, las autoridades dominicanas han decidido mantener esta medida por razones de seguridad nacional y pública, en un contexto de inestabilidad política y violencia en el país vecino. Esta situación ha afectado las relaciones bilaterales entre ambos países y ha tenido repercusiones en el comercio y las relaciones diplomáticas.