República Dominicana ha experimentado una serie de transformaciones en su división territorial a lo largo de la historia. Desde su creación, el Estado dominicano pasó de cinco a 31 provincias y un Distrito Nacional, en un proceso marcado por las convulsiones políticas de cada época. En distintos momentos, se ha señalado que la creación de nuevas provincias y municipios ha sido desmesurada y motivada por intereses políticos más que por necesidades reales de la población. Esto ha llevado a tener 32 senadores, 190 diputados, 158 alcaldes y 235 directores de distritos municipales.
La primera definición del territorio dominicano como nación está contenida en la Constitución de 1844, que dividió el país en cinco provincias. Desde entonces, la división territorial ha ido creciendo lentamente hasta llegar a 11 provincias en 1930. Durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo se crearon 16 nuevas provincias, sumando un total de 27 al final de su régimen. Tras la caída de Trujillo, la tendencia de crecimiento en el número de demarcaciones continuó, alcanzando 31 provincias en la actualidad.
Entre 1970 y 2012, se crearon 82 nuevos municipios en República Dominicana, reflejando un proceso continuo de reorganización territorial. Actualmente, el país cuenta con 31 provincias, un Distrito Nacional, 158 municipios y 235 distritos municipales, producto de esa expansión acelerada. Sin embargo, estos niveles de fraccionamiento territorial también han sido objeto de críticas en diversos momentos, con propuestas para reducir la cantidad de demarcaciones.
En el Congreso Nacional de República Dominicana se han presentado propuestas para crear nuevas provincias o municipios, lo que podría llevar a un aumento en la distribución administrativa del territorio nacional. Por ejemplo, se presentó un proyecto de ley para crear la provincia Matías Ramón Mella a partir de la segregación de algunos municipios de Santo Domingo. Estas propuestas han generado debates sobre los costos adicionales que implicarían para el Estado.
El crecimiento constante del Estado dominicano implica una carga presupuestaria mayor para los contribuyentes que sostienen el funcionamiento de los organismos públicos. En las pasadas elecciones se escogieron 4,117 cargos electivos, sin incluir al personal operativo y administrativo de esas instituciones. Los gobiernos locales destinaron una gran parte de su presupuesto a remuneraciones y contribuciones, lo que representa un desafío para la sostenibilidad financiera del país.
En resumen, la historia de la división territorial dominicana refleja su evolución política y el crecimiento demográfico. Con 31 provincias, un Distrito Nacional, 158 municipios y 235 distritos municipales, la República Dominicana se encuentra en un momento de discusión sobre la necesidad de seguir creando nuevas demarcaciones y los costos asociados a este proceso de expansión administrativa.