El director nacional del Centro Montalvo, Osvaldo Concepción, denunció la realización de deportaciones inhumanas en el país, especialmente de nacionales indocumentados, incluyendo haitianos. Desde hace más de un año, han señalado que los métodos de deportación no cumplen con la ley migratoria dominicana y con ello se violan los derechos humanos. Los procesos de deportación no respetan el marco legal y hay una falta de capacitación en las personas involucradas en estos procedimientos.
Además, los centros de detención no cuentan con las condiciones ni la capacidad necesaria para manejar a la cantidad de personas en situación irregular que se pretenden deportar. El director indicó que sería necesario deportar hasta 1,500 personas diariamente para alcanzar la cifra de 10,000 semanales, lo cual excede la capacidad de los centros actuales. La falta de garantías en términos de infraestructura y capacidad pone en riesgo el respeto de los derechos de los deportados.
El tema de los menores víctimas de repatriaciones también preocupa, ya que se encuentran en condiciones similares a los adultos. El proceso de repatriación masiva anunciado por el Gobierno plantea problemas logísticos y éticos, ya que se estaría enfocando en persecuciones y caza de personas en lugar de abordar las causas profundas de la migración irregular en el país. Se ha criticado la falta de enfoque en los responsables de la irregularidad migratoria y la sobrecarga que esta medida implica.
Concepción considera que el plan del Gobierno es absurdo y no garantiza el respeto de los derechos humanos ni una solución a largo plazo. Sugiere que se debe enfocar en los traficantes de personas y mejorar los mecanismos de control en las fronteras en lugar de perseguir a los migrantes irregulares. La temática migratoria debe abordarse de manera técnica y no política, con estrategias diseñadas con base en un análisis profundo de la problemática actual.
Asimismo, se critica la participación de las Fuerzas Armadas en la trata de personas y se apunta a la necesidad de castigar a aquellos que se lucran con el tráfico humano. La falta de corrección de problemas internos en las filas militares refleja una deficiencia del Estado en proteger sus fronteras de manera eficaz. Se destaca la carga mortal en los traslados de deportados, donde se violan normas de tránsito básicas y se exponen a los afectados a situaciones precarias durante el proceso de deportación.
En resumen, la denuncia de Concepción pone de relieve la violación de los derechos humanos en los procesos de deportación en República Dominicana, especialmente hacia la comunidad haitiana. Se señala la falta de capacidad de los centros de detención, la ausencia de garantías en los procesos de repatriación y la necesidad de abordar la migración desde un enfoque técnico y no político. Se exige una reforma en los mecanismos de control fronterizo y una mayor atención a los responsables de la trata de personas en lugar de centrarse en los migrantes irregulares.
