El recién designado cónsul dominicano en Nueva York, Jesús "Chú" Vásquez, ha cancelado múltiples empleados, la mayoría pertenecientes a la seccional del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Las cancelaciones se deben a que los despedidos son pensionados por el gobierno dominicano y no pueden ejercer una doble función en el sector público. Según una fuente confiable, las cancelaciones se comunicaron a través de una carta oficial del consulado con fecha del 27 de septiembre de 2004.
Algunos de los cancelados incluyen a José Tapia, Cándido Gutiérrez, Erasmo Chalas, Ana Mercedes Burgos, Agustín Ogando, Darío Abreu, Ambiorix Hernández, Luis Núñez, Ramon Chacón, Manuel Domínguez, Juan Cordero, Ángel Mambrú y Henry Quirico. El presidente y secretario general de la seccional del PRM en Nueva York, Yulín Mateo y John Sánchez respectivamente, han confirmado las cancelaciones, indicando que se deben al hecho de que los trabajadores son pensionados.
Los dirigentes del partido expresaron que muchos de los empleados cancelados dependían de su salario en el consulado para complementar sus pensiones en República Dominicana, las cuales son de montos bajos que oscilan entre $20 y $30 mil pesos dominicanos mensuales. Además, señalaron que el cónsul Vásquez se encuentra en la República Dominicana y que planean reunirse con él para abordar la situación y buscar soluciones.
Según fuentes anónimas cercanas al partido oficial, se menciona que el cónsul Vásquez ha decidido no despedir a empleados del Partido de la Liberación Dominicana que ganan salarios cercanos a los $2,000 dólares, lo que ha generado críticas. Se espera que las cancelaciones continúen una vez que el cónsul regrese de la República Dominicana, ya que recientemente anunció que la sede trabajará con un 50% de su personal actual.
Se ha informado que el consulado dirigido por Vásquez cuenta con alrededor de 150 empleados dominicanos, distribuidos entre la sede principal y seis oficinas satélites ubicadas en el Alto Manhattan, El Bronx, Brooklyn, Connecticut, Freeport y Copiague en Long Island. La decisión de cancelar a los empleados pensionados ha generado polémica y se espera que se lleven a cabo reuniones para abordar el tema una vez que el cónsul regrese a Nueva York.